La elección en el Estado de México encara 129 impugnaciones
Las elecciones para gobernador en el Estado de México, en las que el priista Alfredo del Mazo se perfila como ganador, encaran un total de 129 impugnaciones promovidas por partidos políticos inconformes con uno o varios aspectos de la contienda.
El partido que presentó más recursos fue Morena, que impugnó los resultados en los 45 distritos electorales de la entidad, de acuerdo con las cifras del Instituto Electoral mexiquense (IEEM).
Morena asegura que su candidata, Delfina Gómez, fue quien en realidad ganó los comicios. Además, afirma que en el proceso hubo diversas irregularidades para favorecer al abanderado del PRI —como intervención de autoridades estatales y federales y presuntos gastos excesivos de campaña—, un señalamiento que rechazan tanto el IEEM como los dirigentes priistas.
En segundo lugar en esta materia se ubica el PAN, que presentó 29 impugnaciones y acusa que hubo una “elección de Estado”, mientras que en la tercera posición se ubica el PRD, con 27 recursos, y en la cuarta está el PT, con 15.
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Al final de la lista se encuentran el PRI, que a pesar de perfilarse hacia la victoria impugnó 12 distritos, y la candidata independiente Teresa Castell, que se inconformó por los resultados en uno.
Por distrito, los más impugnados son el 6, el 8 y el 21 de Ecatepec; el 4 de Lerma; el 10 de Valle de Bravo; el 16 de Atizapán; el 17 de Huixquilucan; el 18 de Tlalnepantla; el 23 de Texcoco; el 30 de Naucalpan; el 33 de Tecámac y el 35 de Metepec.
El periodo para la presentación de impugnaciones comenzó luego de que terminó el cómputo oficial de las más de 18,000 casillas instaladas el pasado domingo 4 de junio.
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Ahora corresponde al Tribunal Electoral de la entidad (TEEM) revisar estos recursos y determinar si tienen sustento o no. Los magistrados electorales deben atender el asunto antes de mediados de septiembre, cuando termina el mandato del actual gobernador, Eruviel Ávila, y debe rendir protesta quien tomará su lugar.
Los representantes de Morena apuestan a que los tribunales invaliden el proceso electoral y ordenen llamar a uno nuevo, mientras el PRI exige que se acepten los resultados argumentando que la mayoría de los mexiquenses —33.69% de quienes votaron— optó por respaldar su candidato.
