La cura de un hombre con VIH no es aplicable en todo el mundo
En internet ha causado revuelo la noticia de que un hombre infectado con VIH, que quizás ya logró curarse gracias a un trasplante de médula ósea . Pero los procedimientos a los que fue sometido son riesgosos y no representan una cura para todos los pacientes de VIH/SIDA. Además, la enfermedad aún podría estar acechando el cuerpo del paciente, dicen los médicos.
Las noticias sobre Timothy Ray Brown, un estadounidense de 44 años que vive en Berlín, comenzaron a circular en 2008, cuando los médicos dieron a conocer su caso.
Esto es lo que ocurrió con Brown, un hombre VIH positivo que rompió el silencio en un artículo de la revista alemana Stern: luchaba contra un cáncer llamado leucemia mieloide aguda y, en un principio, los médicos lo trataron con altas dosis de quimioterapia, pero cuando éstas no surtieron efecto, recurrieron a un trasplante de células madre de médula ósea en 2007.
El oncólogo de Brown decidió buscar a un donador de médula ósea que tuviera una mutación genética específica que hiciera que las células madre contenidas en ella fueran naturalmente resistentes a la infección del VIH. Su médico, Gero Huetter, logró encontrar esta extraña mezcla que fuera compatible y Brown recibió el trasplante de médula ósea.
Necesitó un segundo trasplante de células madre porque el cáncer regresó.
Hoy en día parece no tener cáncer, los médicos no encuentran rastros del virus que causa el SIDA.
Este fascinante avance científico no es de ninguna manera la cura para los más de 33 millones de personas que viven con VIH en todo el mundo. Como Miriam Falco, de CNN, informó en 2008.
1. Aunque sus pruebas no muestren presencia de VIH en su sistema, eso no significa que no esté ahí. Este virus es conocido por esconderse bien y manifestarse después. Se ha visto antes en pacientes que toman medicamentos antirretrovirales. Es posible que si se emplearan pruebas más sofisticadas en este paciente, detectarían el virus que aún está en su cuerpo. Aún no queda completamente claro que esté libre de VIH.
2. Las posibilidades de encontrar un donador de médula ósea con dos copias de esta mutación genética para cada uno de los 33 millones de personas que viven con VIH o SIDA en todo el mundo no es realista, porque sólo el 1% de los caucásicos y el 0% de los afroamericanos o asiáticos tienen esta mutación genética particular.
3. Los trasplantes de médula ósea son peligrosos para los pacientes. Antes de poder recibir las células madre donadas que remplazarán a las suyas propias, deben someterse a fuertes quimioterapias para destruir su propia médula ósea, dejándolos carentes de un sistema inmunológico para combatir cualquier enfermedad, hasta que la médula ósea trasplantada puede crear nuevas células sanguíneas. Los pacientes corren el riesgo de rechazar las nuevas células, lo que significa que deberían tomar medicamentos inmunosupresores por el resto de su vida.
4. Los trasplantes de médula ósea son muy costosos y no son una opción para muchas personas que viven con esta enfermedad en todo el mundo.
¿Qué tan peligrosos son los trasplantes de médula ósea? Cerca de un tercio de los pacientes mueren en el procedimiento, dijo Jay Levy a Health.com el año pasado.
Conclusión: son noticias muy emocionantes, pero no es probable que curen la pandemia global del SIDA.