Las alteraciones del sueño durante el embarazo pueden ser peligrosas
La Dra. Lisa Shives es fundadora de la clínica de sueño Northshore Sleep Medicine en Evaston, Illinois.
La falta de sueño es una de las quejas más comunes durante el embarazo, a tal grado que muchas mujeres, e incluso médicos, consideran esta situación una parte normal de la maternidad.
Aunque es cierto que el embarazo tiene un impacto significativo en la cantidad y calidad del sueño, muchos de los problemas de sueño que surgen durante éste pueden ser tratados o mejorados.
Es común que las mujeres sientan mucho sueño y fatiga en el primer trimestre, que se supone se debe al aumento de los niveles de progesterona, que se sabe puede tener un efecto hipnótico.
Los niveles de progesterona continúan a la alza durante en el embarazo, aunque en el segundo trimestre la mayoría de las mujeres dicen sentirse más alertas durante el día y sienten que su calidad de sueño mejoró en comparación con el primer trimestre.
El tercer trimestre ofrece una gran cantidad de problemas que están conectados al aumento de la circunferencia. Durante los últimos meses, las mujeres suelen experimentar falta de aliento y reflujo porque su diafragma está elevado, presionando pulmones y estómago. También deben orinar más durante la noche, situaciones que afectan el sueño.
Estos son conflictos normales durante el embarazo, pero hay otros problemas de sueño que sí podrían ser un desorden y pueden ser tratados.
Existen muchos factores que aumentan las posibilidades de apnea de sueño en mujeres embarazadas.
La apnea es la interrupción completa del flujo nasobucal, lo que provoca que la persona haga pausas en la respiración.
No todo gira en torno al aumento de peso, aunque la obesidad pre-gestacional aumenta significativamente el riesgo de padecer apnea obstructiva de sueño, pues un estudio concluyó que cerca del 40% de las pacientes obesas y embarazadas desarrollaron apnea obstructiva en el tercer trimestre.
Los cambios hormonales en el embarazo crean el escenario perfecto para la apnea obstructiva de sueño. Mientras que la progesterona aumenta la inflamación en los tejidos de la garganta, el estrógeno relaja los vasos sanguíneos, lo que propicia una mayor inflamación. Incluso se libera una hormona sólo durante el embarazo, llamada relaxina, y como muestra su nombre, relaja los músculos.
La apnea de sueño sin tratamiento durante el embarazo ha sido asociada al aumento del riesgo de padecer presión sanguínea alta, preeclampsia y bajo peso en el recién nacido, así como malos resultados en la prueba de APGAR (que evalúa la salud de recién nacidos).
Un estudio interesante publicó que el movimiento fetal en las mujeres que tenían apnea obstructiva del sueño disminuyó 50% durante el sueño no-REM y en 65% durante el sueño REM (etapa del sueño donde hay relajación muscular casi total). Los movimientos fetales aumentaron significativamente cuando la respiración de las mujeres se normalizaba con una máquina de ventilación a presión.
Algunos estudios sugieren que la apnea obstructiva sin tratamiento en una madre pone al niño en riesgo cardiovascular y metabólico. Se necesita una mayor investigación sobre la prevalencia de la apnea obstructiva en mujeres embarazadas y sobre las consecuencias que podría tener para ellas y sus hijos.
Por ahora, las mujeres con factores de riesgo de apnea obstructiva de sueño gestacional deberían relizarse una prueba de sueño. Entre los factores de riesgo se encuentran la obesidad pregestacional, aumento excesivo de peso durante el embarazo , cuello largo, garganta pequeña, ronquidos, fatiga y sueño durante el día, alta presión sanguínea y desarrollo de preeclampsia.
La apnea obstructiva de sueño es uno de los pocos desórdenes que, si se diagnostican en mujeres embarazadas, pueden aprovechar tratamientos seguros para ellas y para el bebé. Dos terapias principales, el CPAP y las terapias orales, son sin medicamentos y seguras en el embarazo. Dado que la apnea obstructiva de sueño gestacional se resuelve por sí sola después del nacimiento del bebé , la mayoría de las mujeres no quieren gastar miles de dólares en tratamientos.
El CPAP, la terapia más veloz para cualquiera con este padecimiento, es quizás el mejor tratamiento para la apnea obstructiva de sueño durante el embarazo. La terapia puede comenzar justo después de que se interprete la prueba de sueño y la máquina puede ser regresada en caso de que la apnea obstructiva de sueño de las mujeres se resuelva después del parto.