La adicción a la pantalla afecta a niños y adolescentes mexicanos
Cada vez es más común escuchar entre la comunidad científica y tecnológica el término screenager para hablar de manera informal sobre aquellos jóvenes que pasan 10 horas o más al día frente a una pantalla, ya sea jugando videojuegos o navegando en internet .
En México, la adicción a videojuegos es una realidad. De acuerdo con información del Instituto Mexicano del Seguro Social, un millón de usuarios de videojuegos y computadoras presenta daños cerebrales y de articulaciones de mano, provocados por el uso de palancas, controles y mouses.
En el sur y sureste del país se reporta que entre 3 y 5% de los 8 millones de pacientes que se atienden presentan problemas de salud relacionados con la utilización desmedida de videojuegos y con la exposición por lapsos de más de dos horas a los destellos de un monitor, de acuerdo con Carlos Cuevas García, especialista en neurología.
“La estimulación fótica –como se conoce a las descargas intermitentes de luz–, los destellos y las variaciones de imágenes pueden generar reacciones anormales en el cerebro, como crisis convulsivas que se parecen a los ataques de epilepsia”, dice Cuevas en un reportaje de la revista Quo publicado en agosto de 2010.
En otro hospital de Guadalajara, cada mes se presentan entre cinco y seis casos de adicción tecnológica , “lo que no sucedía hace un par de años”, de acuerdo con Ignacio Rendón, jefe de Salud Mental del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional de Occidente.
Rendón aclara que la mayoría de los enfermos presenta fobia a la escuela, trastornos de alimentación y problemas en el control de esfínteres, además de los cuadros de ansiedad y depresión.
¿Qué hace esta adicción?
La adicción a la tecnología “es una enfermedad de los nuevos tiempos”, explica Nerina Ramlakhan, autora del libro Tired but Wired (Cansado pero conectado). Aclara que la conducta adictiva aparece ligada a problemas de ansiedad, irritabilidad, cansancio e insomnio.
“La mayoría presenta además seria deshidratación, por los altos niveles de refrescos de cola y cafeína que consumen para mantenerse despiertos y seguir jugando”, dice.
Para la especialista es claro que la tecnología es parte de la vida y que no se puede vivir desconectado. Sin embargo, reconocen que es fundamental encontrar un balance saludable.
En su opinión, los jóvenes más vulnerables son adolescentes de entre 14 y 18 años de edad, sobre todo aquellos menos sociables .
Lo que queda por hacer
El profesor Guillermo Orozco, doctor en Educación por la Universidad de Harvard, considera que los videojuegos permiten potenciar la lógica del pensamiento científico en los estudiantes, pues les enseñan a generar hipótesis y hacer deducciones.
“La apuesta con el uso de videojuegos para estimular el aprendizaje creativo de niños y jóvenes es la de hacer realidad el hecho de que aprender es placentero, y que aprender también es útil para resolver problemas específicos en la vida real”, dice el experto.
Para él, las nuevas generaciones están optando por aprender a través de medios audiovisuales.
Lea más en la revista Quo y en Quo.mx