Los jóvenes en EU prefieren la marihuana sintética que el alcohol y tabaco
El consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos entre adolescentes estadounidenses está en su punto histórico más bajo, pero el uso de marihuana y el abuso de medicamentos siguen en niveles altos, de acuerdo con un nuevo estudio que observa las tendencias entre los jóvenes.
Y hay una nueva sustancia que causa inquietud. Por primera vez, en el estudio se observó el uso de la marihuana sintética, también conocida como Spice o K2, entre los alumnos de último año de preparatoria. Más del 11% admitió que la usó durante el último año. Gil Kerlikowske, director de la Oficina Nacional de Políticas para el Control de Drogas de Estados Unidos (ONDCP, por sus siglas en inglés), dice que la información es impactante.
“Uno de cada nueve alumnos de último año de preparatoria en Estados Unidos usó marihuana sintética durante los últimos 12 meses. Actualmente el Spice y el K2 son el segundo lugar de las sustancias ilegales con mayor uso entre los estudiantes de preparatoria, solamente debajo de la marihuana”, dice Kerlikowske.
“No se equivoquen. Estas sustancias son peligrosas y pueden causar graves daños. Los datos de los centros de control por envenenamiento en todo Estados Unidos mostraron un incremento sustancial en el número de llamadas de víctimas que sufren graves consecuencias por estas drogas sintéticas”.
La ONDCP dice que los centros de control por envenenamiento de Estados Unidos recibieron casi 6,000 llamadas en lo que va del año; el doble de la cifra del año pasado.
De acuerdo con Kerlikowske, hasta hace unos meses la marihuana sintética se vendía legalmente como una alternativa para la marihuana en las tiendas de conveniencia en todo Estados Unidos. Entonces la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) prohibió la venta de los productos químicos que se utilizan para fabricarla.
Ahora, llama a los padres para que hablen con sus hijos sobre las graves consecuencias del uso de la marihuana, de la K2 y del Spice.
“Debemos ser claros con nuestros jóvenes”, dice Kerlikowske. “La marihuana que se fuma no es un medicamento aprobado por la Dirección de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), y el Instituto Nacional de Salud lleva mucho tiempo documentando el daño por el consumo de la marihuana. La ciencia muestra que es adictiva. En las investigaciones se muestra que impide conducir un vehículo. En los estudios se muestra que puede disminuir el rendimiento académico”.
Kerlikowske dice que la ONDCP trabaja en una respuesta a nivel federal para el Spice/K2 que incluye trabajar con las agencias de salud pública para compartir datos y coordinar una respuesta. También trabajan con el Congreso para que se aprueben nuevas leyes que prohíban estas sustancias.
Desde hace casi cuatro décadas, la encuesta Monitoring the Future (MTF) le da seguimiento a los estudiantes desde la secundaria hasta que son adultos jóvenes, y mide el consumo de fármacos, alcohol y cigarrillos. Cada año en el estudio se narra la conducta y las actitudes de casi 50,000 estudiantes de primer año de secundaria, y de primer y último año de preparatoria.
Los investigadores dicen que la disminución en el consumo de cigarrillos y de alcohol ocurrió gradualmente durante varios años.
“El tabaco y el alcohol causan más discapacidad y muertes en este país que cualquier otra sustancia, así que nos alienta que los esfuerzos que realizó la comunidad de salud pública para educar a los adolescentes y para prevenir el abuso de drogas parece que tiene un impacto”. dice Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), que financió el estudio.
Hace 14 años, aproximadamente el 75% de los estudiantes de último año de preparatoria admitieron consumir alcohol. En 2011, el 63.5% dijo que lo hizo. Este año, casi el 27% de los estudiantes de último año de secundaria encuestados consumió alcohol, comparado con cerca del 47% en 1994. Durante los últimos 5 años, el consumo excesivo de alcohol —que se define como beber cinco o más copas seguidas durante un periodo de dos semanas —disminuyó en los tres grados escolares.
El número de estudiantes que fuman también disminuyó en los tres grados escolares. Un poco más del 10% de los estudiantes de último grado dicen que fuman diariamente, un descenso significativo comparado con el 24.6% en 1997; mientras que sólo el 2.4% de los estudiantes de secundaria informó que fuma todos los días.
“Es muy buena noticia para la salud y la longevidad de estos jóvenes”, declara Lloyd Jonsthon, científico investigador de la Universidad de Michigan e investigador principal del estudio. “Incluso una reducción de tan sólo el 1% se traduce en poder evitar miles de muertes prematuras”.
El tabaquismo tuvo su punto máximo en 1996-1997. Desde entonces, los niveles disminuyeron significativamente: el 71% de los estudiantes de secundaria, el 61% de los estudiantes de primer año de preparatoria y el 49% de los estudiantes de último grado de preparatoria. De hecho, el número de estudiantes que intentaron fumar disminuyó de forma espectacular.
Por el contrario, los investigadores encontraron que el consumo de la marihuana sigue en aumento con un ritmo constante. Más del 36% de los estudiantes de último año de preparatoria informó que consumió la sustancia durante el último año, casi el 7% dice que la consume diariamente. Los investigadores dicen que el aumento en el uso se relaciona con la percepción de que esa sustancia no es perjudicial.
En el estudio también se le dio seguimiento a las tendencias en el uso de medicamentos de prescripción. El uso del analgésico Vicodin disminuyó entre los estudiantes de segundo año de preparatoria, y permaneció igual —pero en niveles que se consideran altos —entre los estudiantes de último año.
Los investigadores dicen que el hecho de que el uso de OxyContin permanezca estable en los tres grados escolares durante los últimos cinco años es motivo de preocupación. Otro motivo de alarma es que aumentó el uso de las anfetaminas entre los estudiantes de último año de preparatoria. No vieron un cambio en el uso de Adderall o de Ritalin, los dos medicamentos para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, durante el último año. Pero vieron una caída considerable en el número de estudiantes de primer año de preparatoria que abusa de medicamentos para la tos de venta libre.