¿A comer con mamá? Evita estos 5 errores comunes en restaurantes
El autor de esta historia escribe bajo el pseudónimo The Bitchy Waiter (El mesero quejumbroso). Puedes seguirlo en Facebook y en Twitter @bitchywaiter … y no olvides dejar propina.
(CNN) — Así que invitaste a tu mamá a comer a pesar de ser uno de los días más ocupados del año para la industria restaurantera.
Si nunca has tenido el placer de trabajar en un restaurante, probablemente no conozcas el término 'ocupado'. Primero que nada, permíteme felicitarte por nunca haber tenido que trabajar en un restaurante.
En días como este, el personal de los restaurantes suele atrasarse por todo lo que hay que hacer.
Y a veces, el cliente es quien provoca eso, aunque no tiene idea de ello. Te presento cinco formas en las que los clientes, sin saberlo, ocasionan que su mesero no pueda atenderlos de la mejor manera.
1. Decir que estás listo para ordenar cuando no lo estás
Cualquier mesero te dirá que no tiene tiempo para estar de pie frente a un cliente y verlo leer el menú silenciosamente. Mientras estoy parado ahí viendo cómo tratas de descifrar la diferencia entre una pechuga de pollo asada y una frita, veo que otras mesas también necesitan mi atención.
Si tu mesero dice: "Puedo ver que no están del todo listos, así que permítanme darles un poco más de tiempo y volveré en unos minutos", simplemente asiente. Te prometo que el mesero volverá. Si dices: “No, espera, estoy listo”, y luego dices: “Esteeeee”, tu mesero estará molesto.
2. Dejar que tu niño ordene su comida
Tengo paciencia con los niños y estoy a favor de que aprendan a pedir su propia comida. Sin embargo, tienes que conocer sus limitaciones. Si el pequeño es demasiado tímido o teme pedir deditos de pollo y papas fritas por sí mismo, simplemente hazlo por él y déjame seguir con mi trabajo.
“Dile al señor lo que quieres, cariño. Anda, tú puedes. No seas tímido, mi amor. Me dijiste qué querías, así que ahora puedes decirle a este agradable hombre. Anda cariño, el agradable hombre está esperando. ¿Qué pasa, ya no sabes qué quieres?”.
No tengo tiempo para persuadir a un niño a que ordene. Dales una oportunidad de ordenar y si no pueden, hazlo por ellos. Son niños, por todos los cielos. No los obligues a hablar con el mesero si no quieren.
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3. No poner atención a tu mesero
¿Cuántas veces puedo recitar la lista de cervezas a una mesa de cuatro personas? Cuatro es la respuesta. No hay razón para que un mesero tenga que repetir la lista de cervezas, de aderezos o las sugerencias. La decimos una vez y esperamos que todos los comensales de la mesa nos pongan atención y no estén absortos en su teléfono celular revisando Facebook.
Cuando tu mesero te habla, lo hace por una razón. Te está ofreciendo información porque él ya sabe cuáles son las sugerencias y tú no. Repetirlas una vez está bien, pero hacerlo cuatro significa que no estás poniendo atención y que estás haciendo que pierda el tiempo.
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4. Pedir agua al inicio para todos los comensales
No en todos los restaurantes se sirve agua a todas las mesas automáticamente y en muchos sitios solo la llevan cuando un cliente lo pide específicamente.
Quienes sirven las bebidas rara vez llevan agua a todos los comensales. Si tienes sed, pide a tu mesero que te traiga agua. Pero no digas: "¿Me puede traer un vaso con agua? Es más, traiga uno para cada quién". ¿Estás seguro de que las ocho personas de tu mesa quieren? Piensa en todo el tiempo que el mesero perderá en buscar ocho vasos con agua cuando solo dos o tres personas los beberán.
5. Pedir cuentas separadas al final de la comida
En la actualidad, las computadoras de los restaurantes facilitan mucho ofrecer cuentas separadas. Sin embargo, ayuda mucho tener esa información cuando estás ordenando en lugar de tener que separar todo al final y tratar de recordar quién comió qué. Si esperas hasta que llegue la cuenta y entonces dices: “Oye, ¿nos puedes traer cuentas separadas?”, hay muchas probabilidades de que tarde más que si lo hubieras pedido al principio.
A los meseros no les importa hacer cuentas separadas, en verdad. Lo que nos molesta es tener que hacerlo a toda prisa cuando estás listo para irte. Por cierto, si vas a pedir cuentas separadas, es mejor que te sientes cerca de la persona con la que compartirás tu cuenta. El señalarla hasta el otro lado de una mesa de 14 comensales es lo opuesto a lo práctico.
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¿Quieres eso para llevar?
Los meseros quieren que lo pases bien en un restaurante. También queremos que entres y salgas rápido porque ganamos dinero al volver a preparar la mesa y atender a más personas en nuestra sección.
Si los meseros tratamos de no atrasarnos y los clientes se esfuerzan en no asignarnos tareas que lo ocasionen, podría ser el principio de una hermosa amistad. Claro que también podría ser una transacción financiera en la que una parte salga con el estómago lleno y la otra con un mandil lleno... de propinas.
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