El e-book se come al papel
La idea de los libros electrónicos reemplazando a aquellos en papel fue un tema que resonó en los pasillos de la Feria Internacional del Libro en Frankfurt, Alemania, realizada el pasado octubre. "Las personas que quieran permanecer en la industria editorial en los años por venir deben tener un verdadero y genuino amor por los libros", amenazó con severidad el escritor y académico norteamericano Douglas Rushkoff.
Rushkoff pronosticó que en los próximos años las editoriales tendrán que prescindir por lo menos de 40% de su personal para ser rentables.
"Ahora los escritores tienen una infinidad de herramientas digitales para entrar en contacto directo con sus lectores y muchos de nosotros ya no tenemos cabida en esta industria", esto gracias a la aparición del e-book.
En Estados Unidos e Inglaterra, países que aventajan al resto del mundo en el comercio electrónico de libros, las predicciones son similares y por si fuera poco, Amazon tiene la determinación de "hacer que en nuestra plataforma estén disponibles todos los libros de todas las lenguas en menos de 60 segundos".
Por su parte, Google Editions pretende comercializar en 2011 varios cientos de miles de títulos y poner a la disposición de los lectores varios millones de títulos cuyos derechos de autor ya caducaron.
Paradójicamente, el futuro digital ha endurecido las fronteras. En Europa y Latinoamérica el libro electrónico apenas figura en las gráficas de ventas, mientras que en Estados Unidos ha pasado de 1.9% de las ventas totales de libros en el segundo cuatrimestre del 2009, a 2.5% en el primero del 2010 y a 3.2% en el segundo cuatrimestre.
"Eso de desaparecer el papel es un concepto retrógrada y primitivo", asegura Diego Moreno, editor de Nórdica Libros, uno de los sellos que va a la vanguardia en lo que a difusión de medios electrónicos se refiere. La relación del lector con el papel es insustituible según los hipanoamericanos, franceses e italianos.
"Lo que se viene es una verdadera revolución de contenidos. Quedará atrás el formato ya un poco obsoleto de encontrar un libro, editarlo e imprimirlo. Ahora tenemos el reto de dar un valor añadido a las publicaciones mediante las plataformas electrónicas.", afirma Claudio López de Lamadrid, director editorial de Random House Mondadori en España.
La Feria Internacional del Libro de Frankfurt reúne a 7,000 expositores de más de 100 países y más de 300,000 espectadores durante la primera semana de octubre. Se estima que la inversión realizada para la exposición más grande del mundo (en términos de tamaño) asciende a 3 millones de euros.
La exposición arroja descubrimientos sobre el uso del libro electrónico en el mercado hispano.
En México, apenas la cadena de librerías Gandhi acaba de lanzar un lector electrónico, mientas que en España varias cadenas han hecho lo propio sin conseguir que las ventas alcancen montos siquiera considerables, tal es el caso de la plataforma Libranda.
Lo que es una realidad es la utilización de los medios electrónicos para establecer medios promocionales lejos de lo convencional dentro del pabellón Latino.
Por un lado, la editorial Minimum Fax italianos que comenzaron hace veinte años enviando un pequeño boletín de novedades y artículos por fax, se han convertido en una revolucionaria empresa de creación multimedia que acompaña sus publicaciones con documentales de sus autores y de libros clásicos.
Mientras que la firma Nórdica Libros, española, son la primera empresa editorial hispanoamericana con una aplicación para el iPad y que está por transformar su sitio web en una cadena de televisión por internet en la que pretende difundir videos, entrevistas con sus autores y otro tipo de contenidos multimedia.