El futuro está con nosotros, pero es invisible
Los pasillos del Consumer Electronic Show (CES) están llenos de relucientes y brillantes dispositivos, desde robots trapeadores hasta cámaras de video en tres dimensiones . Pero si alguna fuerza misteriosa eliminara sus procesadores (esos pequeños chips que hacen las operaciones matemáticas que les permiten funcionar), buena parte de tales dispositivos se volverían cáscaras cromadas e inútiles.
Hoy día el rey de los procesadores se llama Intel. De cada 100 procesadores que se usan en el mundo, 13 provienen de esta marca ; no son muchos, pero en el mercado de las computadoras de escritorio y portátiles es casi omnipresente su etiqueta Intel Inside, que incluso ha llegado a colocarse en el cerebro de Homero Simpson .
Sin embargo, los procesadores ya no sólo viven en las entrañas de las computadoras: nuevos dispositivos, desde celulares hasta lavadoras; todos requieren procesadores. Además, las computadoras han dejado de ser meros aparatos para hacer hojas de cálculo y se han convertido en sofisticados centros de entretenimiento que buscan ser conectados con pantallas de alta definición.
Sensible a estas tendencias, Intel presentó este miércoles a nivel global su nueva familia de casi 30 procesadores llamados Intel Core, fruto de cinco años de desarrollo y que desde la próxima semana comenzarán a aparecer en todo tipo de dispositivos digitales en el mundo –incluido México–.
Esta nueva línea de procesadores posee tecnologías que facilitan la capacidad de procesar video en alta definición y videojuegos complejos sin tener que usar un chip auxiliar llamado Unidad de Procesamiento Gráfico (GPU en inglés), que por cierto es negocio de empresas competidoras como Nvidia Corporation y ATI Technologies (hoy propiedad de su archienemigo, Advanced Micro Devices: AMD).
Esta nueva familia de procesadores (agrupados en tres marcas: Core i3 para dispositivos móviles, Core i5 para computadoras domésticas y Core i7 para servidores y aplicaciones industriales) incluye innovaciones como la agrupación de hasta 6 unidades procesadoras (cores) en un solo chip procesador, con el fin de distribuir la carga de cálculo y resolver un grave problema: a medida que los procesadores se hacen más potentes, consumen más energía y generan niveles de calor capaces de derretir los aparatos que los contienen.
De acuerdo con Jorge Gómez, director de negocios para Intel en México, una ventaja adicional de estos procesadores es “la capacidad para cambiar su consumo de energía dependiendo de las tareas que estén realizando”, lo que promete mayores duraciones de batería, así como mejoras en la comunicación del procesador con otras partes de la computadora como la memoria RAM y el disco duro.
Quizá lo más interesante de esta familia de procesadores es su diseño, que le permitirá ser incluido en automóviles (para controlar el desempeño del motor y de los sistemas de navegación a bordo) y en dispositivos móviles, que según el vocero de Intel, se revelarán durante el Mobile World Congress a realizarse durante febrero en Barcelona.
Y para los ansiosos por poner sus manos en estas nuevas maravillas, la empresa promete que los procesadores estarán en los anaqueles de las tiendas de electrónica mexicanas en unos diez días, mientras que Lanix (armadora nacional de computadoras portátiles y de escritorio) promete tres computadoras con los nuevos procesadores para este mismo mes.
El futuro estará entre nosotros, pero será invisible.