Estados Unidos tiene armas secretas para forzar el internet en otro país
Cuando el gobierno de Hosni Mubarak suspendió el internet y las comunicaciones de telefonía celular en Egipto, parecía que lo único que podían hacer los funcionarios de Estados Unidos era pedirle amablemente que cambiara de opinión, señala Wired.com.
El ejército estadounidense tiene muchas más opciones si algún día quiere forzar la conectividad en un país en contra de los deseos del gobernante, según el portal.
Al respecto, hay un pequeño pero: “Podría ser considerado como un acto de guerra”, dijo John Arquilla, un futurista militar.
La milicia estadounidenses cuenta con dispositivos (muchos de ellos clasificados) que pueden restaurar la conectividad a una población aislada del mundo exterior por sus gobernantes, señaló Wired.
Es una opción atractiva entre quedarse de brazos cruzados y enviar al ejército. Y podría dar armas a la demanda de la administración de Obama de que los gobiernos extranjeros consideren el acceso a internet como un derecho humano inviolable .
Arquilla, un profesor de la Escuela Naval de Posgraduados estadounidense, ha pasado años instando al ejército a bombardear logísticamente a los sitios web de sus adversarios, interrumpir presencias hostiles en línea, e incluso causar apagones en las comunicaciones para separar a facciones en guerra antes de que se utilicen armas nucleares.
Lo que el ejército puede apagar, también lo puede encender, o al menos puede llenar todo ese espacio aéreo muerto, dijo Arquilla a Wired.
Esto es posible con el Commando Solo, un avión de carga de la Fuerza Aérea modernizado que lleva un centro de transmisiones en vuelo. Éste realiza operaciones en radio AM y FM, y en las frecuencias UHF y VHF para televisión, explica Wired.com.
Arquilla no quiere entrar en detalles acerca de cómo el avión clasificado podría restaurar el funcionamiento de un internet denegado, pero explica que si éste sobrevolara un área con ancho de banda denegado, súbitamente las barras que indican la señal de WiFi estarán de nuevo encendidas a su máxima potencia.
“Tenemos activos satelitales y no satelitales que pueden entrar y proveer puntos de acceso para que la gente esté de nuevo en línea”, dijo Arquila a Wired.com. “Parte de esto se realiza desde naves. Se puede tener una versión cibernética de una radio pirata”.
Además hay torres celulares en el cielo. El ejército estadounidense ya utiliza sus aeronaves como puestos de retransmisión en lugares como Afganistán, indica el portal.
Algunas compañías están buscando realizar actualizaciones: FastCom, un esfuerzo dirigido por la firma de defensa Textron, es un proyecto que sujeta soportes de celulares a la parte inferior de un avión no tripulado; la mejor forma de mantener conexiones celulares y de datos en el aire sin que éstas interfieran con las órdenes del piloto. Debajo de estas aeronaves, un radio de algunos kilómetros en tierra tendría cobertura 3G , explicó Wired.com.
Sharon Corona, una vocera del proyecto, dice que existe un obstáculo al usar tecnología como FastCom en una situación como la de Egipto: Los dispositivos receptores necesitan ser capaces de comunicarse con la señal de datos y celular. Pero hacer compatibles teléfonos, tabletas o netbooks –pequeñas y de peso ligero– podría significar meterse sin permiso en un área denegada.
Alternativamente, los operativos podrían introducir de contrabando una pequeñas antenas satelitales en un país, señala Wired.com. Las pequeñas antenas fueron cruciales para reactivar el internet en Haití después del terremoto del año pasado. Es el modo en que los camarógrafos en zonas de guerra transmiten rápidamente video de alta calidad desde lugares en medio de la nada, explica Wired.com.
Por supuesto, los aviones no tripulados de vuelo lento o un los centros de transmisión en el cielo tienen una debilidad inherente: Son blancos fáciles para cualquier sistema de defensa aéreo.
Eso conduce a otra posibilidad: “Simplemente dar a la gente teléfonos satelitales Thuraya”, dijo a Wired.com John Pike, de Globalsecurity.org. Estos teléfonos baratos cazan señales de los aparatos en el espacio.
Incluso un acceso expandido a las redes de comunicaciones del propio satélite del ejército es teóricamente posible, dice Arquilla. Pero no dirá más que eso: “Digamos solamente que es un área decidida en el nivel de un comandante en jefe”.
En ausencia de esas opciones, siempre existen los métodos de la vieja escuela de interferir en las frecuencias de las comunicaciones gubernamentales y transmitir mensajes favorables, indica Wired.com. Esa es la especialidad de Commando Solo. “La interferencia es algo que pensamos en el contexto de las guerras con armas”, dice Arquilla, pero “ podría tener lugar en las revoluciones sociales también ”.
El problema es que si un gobierno sigue la iniciativa de Egipto y apaga el internet, tal vez nadie querría que una fuerza intromisoria y extranjera vuelva a prenderlo.
Esa decisión podría no ser tan provocativo como enviar tropas por tierra o lanzar bombas, pero es un acto de lo que podrías llamar entrada forzada en línea; por definición, un acto agresivo, señala Wired.com.
En situaciones como la de Egipto, ponerse del lado de un levantamiento contra un aliado de largo tiempo es una elección difícil, ya sea analógica o digital.
Esa puede ser la razón por la cual el ejército estadounidense no lo ha hecho. Al preguntar acerca de si el Pentágono considera desplegar conectividad móvil para restaurar el acceso al levantamiento social, un oficial mayor dijo que esa situación era “hipotética”.
Y todo eso pone de relieve cómo la interrupción del internet en Egipto presionó los pobremente definidos límites de las hostilidades cibernéticas. Los actores extranjeros no tienen realmente la autorización para responder, indicó Wired.com.
El ejército estadounidense tiene “mucha experiencia para reconstruir redes de comunicaciones pero eso... muy diferente cuando el gobierno está interesado en resistirse”, dice Arquilla. “Esto es mucho menos un problema de ingeniería y mucho más un problema de política”.