Cliff Kushler, el hombre que reinventó el teclado dos veces
Cliff Kushler quiere hablar con delfines, pero por ahora se conformará con que los humanos se comuniquen mejor.
En los 90, Kushler inventó una tecnología para teléfono celular llamada T9 que ayudó a lanzar el siguiente fenómeno de mensajes de texto. Antes desarrolló un aparato de introducción de texto para las personas con alguna discapacidad. Y ahora, a sus 58 años, está reconsiderando el teclado con Swype.
La tecnología de Swype permite a los usuarios escribir en teclados al tacto, por así decirlo, usando sus dedos para conectar los puntos entre las letras en una palabra. No es necesario levantar los dedos de la pantalla para escribir ni temer porque puedan temblar: el software puede descifrar con precisión lo que quieren decir.
Docenas de teléfonos inteligentes con el popular sistema operativo de Android vienen con Swype instalado, y Swype recientemente comenzó a dejar que cualquiera con un teléfono Android descargue la aplicación de forma gratuita.
Nokia Growth Partners, la rama del principal fabricante de teléfonos, invirtió en Swype el año pasado, y el producto está disponible en el teléfono inteligente N8.
La aplicación aún no está disponible en el mercado en línea de Android, pero la compañía toma pedidos de quienes quieren acceso a una versión beta. En este breve periodo ha generado más de 500,00 descargas, además de 20 millones de aparatos donde viene instalado. La gente ama Swype, y suele ser calificado prósperamente.
Con las pantallas pequeñas de los teléfonos, escribir puede ser difícil. Ni los escritores más adeptos de BlackBerrys pueden competir con la eficiencia de Swype .
Samsung Electronics aprovechó la ayuda de un joven administrador de oficina en las oficinas centrales de Swype en Seattle para demostrar la tecnología en video. En el comercial, Franklin Page rompe el r écord Guiness de velocidad para escribir mensajes usando Swype en un teléfono Samsung.
Pero en agosto, el récord de Page fue roto por la británica Melissa Thompson, que también usó Swype.
“Tiene el potencial de mover la aguja un poco, en cuanto a la forma en la que la gente usa su teléfono”, dijo Kusher con respecto a su invento, con una dosis de su legendaria modestia.
El director general de Swype, Mike McSherry, habla con más audacia sobre sus goles. “Quiero que Swype esté en todos lados”, dijo.
Un hombre de ética y fe
Kushler luce sabio, con su barba blanca y su sonrisa. Habla con calma y cuidado. Este residente de Ananda Village, cerca de Nevada City, California, vive con su esposa, con quien medita media hora cada mañana. Logra encontrar el tiempo para hacerlo, aunque no siempre encuentra el tiempo para hablar con los delfines. “Mi esposa y yo tomamos muy en serio nuestras búsquedas espirituales”, dice.
“Tomo mis ideas de distintos lugares. No creo que todo surja de mí, como algo que genera este cerebrito. No quiero decir que canalizo algo, sino que la meditación te abre a otro nivel de intuición”.
En uno de sus semi-regulares viajes a San Francisco, Kushler se reunió con un reportero de CNN. Tomaba tragos pequeños de té y bocados de arroz con palillos, como todo un experto.
Sus amigos lo consideran humilde, místico, honorable y brillante. “Todos aman y respetan a Cliff", dice el director general de Swype, McSherry. "Tiene una increíble ética de negocios".
Ayudar a hablar a las personas con alguna discapacidad
El camino de Kushler para mejorar la escritura en los teléfonos comenzó con el trabajo para ayudar a los discapacitados a comunicarse. Antes de eso, los delfines. De joven pasaba tiempo como “vagabundo hippie”, como él se llama a sí mismo, viajando en auto con su perro y su guitarra.
Destino: California, para encontrar a un científico llamado John Lilly, quien trabajaba en una interfase computacional para hablar con delfines. "Me obsesioné con las ballenas y los delfines y con la idea de que había otra forma de conciencia en el planeta", dice Kushler. "No tenemos que esperar a E.T. para tener otra inteligencia con quién hablar".
Kushler aún cree esto, pero decidió que sería mucho más efectivo tener habilidades en el ámbito computacional, por lo que decidió regresar a la escuela y estudiar computación para poder hablar algún día con delfines y ballenas .
En la Universidad del Estado de Michigan conoció a John Eulenberg, profesor y director del Laboratorio de Lenguaje Artificial, y le explicó por qué solo había tomado una clase de computación en su vida y por qué quería unirse al programa de maestrías de la escuela para hablar con criaturas marinas.
Eulenberg era uno de los primeros investigadores en comunicación aumentativa, ayudando a los discapacitados a hablar. Introdujo a Kushler a su campo y ahora lo considera una persona que hace el bien, como dijo en una entrevista reciente a CNN.
Kushler no se graduó de la Universidad de Michigan, sino que tomó una beca para estudiar en Tokio. Trabajar en la tecnología aumentativa de la comunicación se volvió la base de muchos sus hallazgos.
T9 surgió del T7, un sistema de rastreo visual para parapléjicos. El nuevo teclado para teléfonos inteligentes provino de la idea de un método de escritura para discapacitados, propuesto por el cofundador de Swype, Randy Marsden. Rápidamente se volvió un producto de la corriente dominante, y Swype separó dinero para financiar aplicaciones para discapacitados. Hacer esto es una de las principales iniciativas de Marsden, dice Kushler.
Reconsiderar nuestra forma de escribir mensajes
A mediados de los 90, Kushler, junto con Dale Grover y el difunto Martin King, inventó un método para escribir textos rápidamente en un teclado telefónico estándar.
Con el T9, la tecnología permitía a los usuarios presionar menos botones para escribir palabras. En vez de escribir ‘44 666 55 2’ para escribir “hola”, como en los primeros mensajes de texto, el software adivinaba lo que querías decir con un diccionario, y si había más opciones, podías seleccionarla. En ese momento, “los mensajes de texto no eran tan importantes”, dice Kushler. “No sabíamos que sería un éxito comercial”.
Como su apuesta posterior en pantallas con Swype, esto también rindió frutos.
“Cliff es un tipo listo, capaz de hacer grandes cosas con la tecnología”, dijo Grover, su ex socio. “Cliff es la voz de la razón en situaciones donde muchos de nosotros sobre-reaccionábamos o no veíamos la imagen general”.
Y la imagen general fue que el T9 hizo que la gente se convirtiera en mecanógrafa veloz y redujo sus frustraciones al escribir texto en un teléfono. Ese fue el punto de venta.
Tegic Communications, el socio padre de T9, inicialmente recibió resistencia por parte de los fabricantes de teléfonos porque pocas veces daban licencias a la tecnología y no veían los beneficios del software de Kushler.
No fue de ayuda que las primeras versiones del T9 usaran un teclado no estándar que, según Kushler, era cinco veces más eficiente. Las letras lucían extrañamente agrupadas en cada número. Cuando Tegic finalmente cambió su apariencia por un teclado estándar ABC, los fabricantes se percataron del cambio, y Samsung fue el primero en aplicarlo.
Tegic también se reunió con proveedores para mostrarles la magia del T9. “Íbamos con los proveedores y les decíamos que si sus teléfonos contaban con esa tecnología, los usuarios enviarían más mensajes y ellos harían más dinero”, recuerda Kushler. “Les decíamos que debían tener la tecnología”.
Muy pronto, la mayoría de los fabricantes estaban dispuestos a firmar acuerdos para contar con el T9. Su táctica de convencer a los proveedores para presionar a sus socios de los aparatos ha sido clave en el negocio de Swype.
AOL compró a Tegic por una suma desconocida en 1999, cuando más del 90% de los fabricantes inalámbricos ya usaban el T9 con licencia. Siete años después, AOL vendió Tegic a Nuance Communications por 265 millones de dólares.
Durante su año en AOL después de la adquisición, Kushler intentó persuadir al gigante del internet para que invirtiera en una idea de ayudar a las personas sordas. Dado el negocio de marcado de AOL, la compañía estaba en una posición increíble para cerrar la brecha entre la web y los entonces limitados aparatos para los sordos, según Kushler.
Después de lo que él describe como el “completo desinterés” por parte de los ejecutivos, dejó AOL.
Grandes logros para Swype
La popularidad de Swype ha aumentado casi de la mano con la emoción por los teléfonos de teclados táctiles. Kushler comenzó a desarrollar la tecnología en su casa hace más de ocho años.
El desarrollo temprano se hizo con la iPAQ de HP, un teléfono de pantalla al tacto con una plumilla. Esto fue mucho antes de que las interfases de pantallas al tacto fueran más que un aparato que atendía a un nicho reducido.
El hijo de Kushler tenía dos años cuando comenzó el desarrollo, y el niño y la aplicación crecieron juntos. Cuando Chanda Kushler tenía 4 años, escribió en Swype su primera frase: “me gusta el chocolate caliente”.
En el teclado de una computadora, Kushler mueve tres o cuatro dedos, dice. Con Swype, puede escribir 60 palabras por minuto, pero “en realidad no envío tantos mensajes”, dijo Kushler.
Microsoft se ha interesado en Swype, y los ejecutivos de ambas compañías se han reunido varias veces. Los ejecutivos del gigante del software se han preguntado cuáles son las ‘ambiciones’ de Swype, dice McSherry. Pero Microsoft cerró su nuevo sistema de Windows Phone 7, dejando fuera a teclados terciarios como el de Swype.
Apple también se interesó en Swype. Las compañías se han reunido al menos dos veces. La última fue hace dos meses, precisó McSherry. “Estas compañías no quieren dar licencia a Swype”, explica McSherry. “Nos quieren comprar”.
Un ejecutivo de Apple pidió a Swype que creara una versión para el iPhone, pero dijo que era muy poco probable que la compañía hiciera una excepción para permitir que la aplicación remplazara el teclado base del iPhone.
Swype está usando una estrategia de ‘cualquier otro lugar’. Además de las aplicaciones para el Android y para el Windows Mobile antiguo, Swype tiene versiones que funcionan con el sistema de escritorio de Windows, otros para televisores que usan controles de Nintendo Wii y otros para pantallas al tacto de navegadores en autos.
Swype espera poder llevar esta tecnología a las pantallas de los equipos de los aviones. Otro equipo “está muy cerca” de tener un prototipo trabajando en el hardware de la cámara de Kinect , que te permite mover los brazos y los dedos para escribir letras a gran velocidad.
Hoy en día, Swype está basado en Seattle y emplea a entre 50 y 60 personas, incluyendo a contratistas.
A pesar de su éxito, Kushler tiene ideas para mejorar su producto. Espera que eventualmente pueda aplicar el software de Swype para interpretar la sintaxis de frases y procesar el lenguaje para adivinar palabras con mayor precisión.
“Quizás Swype tiene una precisión de 97%”, dice Kushler. “Mejorar al menos un poco la precisión dependerá del estrechamiento de la inteligencia, pues hay que saber qué palabras tienen sentido en qué contexto”.
También está ocupado trabajando en sumar otros idiomas y aplicaciones más accesibles a Swype.
¿Cuándo es que Kushler encontrará el tiempo para trabajar con sus mamíferos marinos?
“Creo que cuando te retiras puedes conseguir un barco e irte a navegar por Hawai para encontrar algunos delfines amigables”, dice entre risas. “Quizás tendré que esperar hasta mi próxima vida para hacerlo”.