Sony defendió su tiempo de respuesta a un ataque informático a su red de videojuegos que conllevó el robo de datos de más de 100 millones de cuentas de usuarios.
"Fue un ataque sin precedentes", dijo el presidente ejecutivo de Sony, Howard Stringer, a periodistas este martes.
"Muchas de estas brechas nunca son comunicadas por las compañías o lo hacen después de un mes. ¿Me está diciendo que mi semana no fue lo suficientemente rápido?", enfatizó.
El grupo japonés de electrónica dijo que preveía consecuencias económicas por el ataque.
"Hay una factura por la caída del sistema, una factura por protección contra el robo de identidad", dijo. "Los cargos se suman, pero no tenemos un número aún".