Con 60 dólares al año, iraníes violan la ley y acceden a internet

En un café de Teherán, un joven enciende su computadora portátil para ver los últimos chismes en Facebook.
La escena podría repetirse en cualquier lugar del mundo, pero la diferencia en Teherán es que él, al igual que muchos otros usuarios iraníes de internet, está violando la ley.
La red social fue prohibida en Irán, junto con Twitter , YouTube y muchos otros más, poco después de la reelección del presidente Mahmoud Ahmadinejad en el 2009 y de las enormes protestas callejeras que estallaron posteriormente.
Vistas por el gobierno como parte de una "guerra informática" de los enemigos de Irán, las redes sociales fueron una vital herramienta de comunicación para el bando anti Ahmadinejad, más de un año antes de que tuvieran un rol similar en las revueltas que derrocaron a líderes en Túnez y Egipto.
En Irán, tratar de acceder a Facebook con una conexión normal a internet redireccionará al usuario a una página que resultará familiar a cualquiera que haya navegado en el país: www.peyvandha.ir ( links.ir ).
Esta página sugiere una gama de sitios aprobados por el gobierno que el usuario podría probar en cambio.
La página-filtro dice que los sitios bloqueados son aquellos considerados criminales, que ofenden las "santidades islámicas" o insultan a funcionarios públicos o de Gobierno. Pero, para muchos iraníes, eludir el filtro del Gobierno es tan fácil como encender la computadora.
El acceso a la red virtual privada (VPN, por sus siglas en inglés) puede obtenerse –tras consultar a la persona correcta– por un mínimo de 60 dólares al año. El VPN hace que la computadora parezca estar situada en otro país, lo que permite eludir el filtro.
"Creo que el servidor está en Malasia", dijo un usuario, gerente de informática en Teherán que pidió no ser identificado por temor a ser llevado a la justicia.
Si bien el VPN da acceso a sitios bloqueados, no protege al usuario del potencial monitoreo, indicó. "No sé si mi VPN es seguro o no. Uno sólo puede esperar", dijo.
Guerra informática
Si bien los iraníes tienen pocas dificultades para acceder a sitios vetados, eso no significa que el gobierno esté dándole la espalda a la "guerra informática", el término que usa para describir la propaganda occidental que cree apunta a debilitar el sistema de gobierno islámico.
"La Guardia Revolucionaria ha conseguido crear un ciber Ejército y hoy es el segundo ciber Ejército del mundo", dijo Ebrahim Jabbari, un comandante de la fuerza militar de elite, a la agencia de noticias semi-oficial Fars.
La naturaleza exacta de la contra-ofensiva de Teherán no es clara, pero se cree que una parte clave es el monitoreo y bloqueo de contenidos y las enérgicas medidas contra personas que publiquen material considerado "inaceptable".
El grupo Freedom House, con sede en Estados Unidos, dijo el mes pasado en un informe sobre la libertad en internet que Irán había encarcelado a 50 blogueros, de los cuales una decena aún están detenidos.
Hossein Derakhshan, apodado el Blogfather de Irán debido a sus incursiones en la actividad en idioma farsi, fue condenado a 19 años de prisión en septiembre por "cooperar con países hostiles, difundir propaganda e insultar a figuras religiosas", según un activista que habló con Reuters.
Freedom House calificó a Irán como el peor de los 37 países de su informe, por debajo de Myanmar, China, Cuba y Arabia Saudita. El informe decía que Teherán estaba librando "una activa campaña contra la libertad en internet".
Además de los filtros y el riesgo de la acción legal, una forma simple de restringir el acceso a internet es disminuir la velocidad del sistema al punto que resulte inutilizable.
Aunque no es una política reconocida oficialmente, los iraníes dicen que ocurre regularmente en épocas políticamente delicadas, como en febrero pasado, cuando se organizaron manifestaciones opositoras por primera vez en más de un año.
"Hablé con el ISP (Servicio Proveedor de Internet) y me dijeron que el cable submarino había sido atacado por tiburones", dijo el gerente de informática teheraní, que no pudo conectarse a la web al momento de una manifestación el 14 de febrero.
"Nos reímos. Les dijeron que recurrieran a eso", añadió.
Hackers
Además de una acción oficial ante la "guerra informática", existen reportes de que partidarios del gobierno iraní podrían estar tomando las armas virtuales contra el enemigo.
En marzo, un hacker en Irán atacó Comodo, una compañía con sede en Estados Unidos que emite certificados de seguridad para sitios web, en un presunto intento por crear versiones falsas de páginas pertenecientes a Google, Yahoo, Skype, Mozilla y Microsoft.
Según un reporte del New York Times, Comodo describió el ataque como bien planeado y llevado a cabo con "precisión quirúrgica" desde computadoras situadas mayormente en Irán. Muchos analistas especulan que fue obra del gobierno iraní. Comodo dijo haber identificado y lidiado con la intrusión.
Pero un mensaje publicado en internet, aparentemente por parte de un experto independiente, afirmó haber hackeado la compañía para protestar contra los ciber-ataques contra su país.
"No soy un grupo, soy un hacker individual con la experiencia de 1,000 hackers", señalaba el mensaje publicado en un inglés deficiente.
"Soy un FANTASMA", seguía, y aseguró que el autor tenía 21 años y no tenía conexión con el "ciber-Ejército" de Irán.
El hacker dijo que su ataque fue en venganza por el virus Stuxnet, un gusano informático develado el año pasado que según expertos buscaba dañar las instalaciones nucleares de Irán y pudo haber contribuido al último retraso para iniciar las operaciones de la planta de energía atómica en Bushehr.
Teherán niega las acusaciones, expresadas principalmente por Estados Unidos e Israel, de que busca desarrollar armas nucleares, y dice que sus ambiciones son puramente pacíficas .
Los dos mayores enemigos de Teherán han dicho que no descartan ataques preventivos para impedir que Irán desarrolle una bomba nuclear. Pero algunos ven a Stuxnet como una señal de que están favoreciendo la guerra informática por sobre la acción militar convencional.
Ningún país ha confirmado haber creado el virus.