El proyecto 'Snail Mail My Email' apoya el arte de escribir cartas a mano
Llámalo tecnología a la inversa: miles de personas esperan en línea para hacer que los mensajes que pueden enviar en un instante sean entregados de manera más lenta. Y de acuerdo con el creador de Snail Mail My Email , un proyecto de voluntarios con duración de un mes, ese es el punto.
"Nos movemos en un mundo tan acelerado que, algunas veces, las cosas se sienten un tanto frías e impersonales", dice Ivan Cash , un diseñador de San Francisco y director de arte, quien dio vida a esta iniciativa. "Yo soy parte de este mundo de ritmo rápido (…) pero es bueno que las personas tengan un equilibrio".
El concepto es simple: desde el 15 de julio y hasta el 15 de agosto, cualquier interesado puede enviar por correo electrónico una carta a los voluntarios del proyecto. Ellos las transforman en una carta escrita a mano —con todo y extras como un dibujo, el pétalo de una flor o un beso de lápiz labial si se desea— y lo envían por correo al destinatario.
Cash, quien recientemente regresó a San Francisco después de una temporada de trabajo en Amsterdam, dice que fue un ávido escritor de cartas durante la universidad. Hay algo en el proceso de sacar pluma, papel y elaborar un mensaje con tu propia mano que lo hace más personal y mejor pensado, comenta.
Pero con el paso del tiempo comenzó a usar el email y los mensajes de Facebook, como lo hace mucha gente. "Snail Mail My Email" nació como una manera de volver a tener contacto con el gozo de escribir con pluma en un papel.
"Este no es un proyecto que busca ganar dinero o ser una solución eterna. Este es el puntapié inicial para ayudar a crear consciencia".
Aparentemente, hay más personas interesadas de lo que pensó Cash. En las primeras dos semanas recibió 2,300 cartas. "En un principio pensé que tendría entre 5 y 10 cartas a la semana, y ni esperaba llegar a ese número", dice.
Al inicio pensó copiar las cartas él mismo, sin embargo, cuando recibió 1,000 email el cuarto día consideró cancelar su idea. Después de publicar una solicitud de ayuda, ahora tiene 134 voluntarios que 'le echan una mano'.
Kristin Huben de Montgomery, Illinois, es una de ellas. Leyó sobre el proyecto en un blog de tecnología y le envió una carta a su hermana a través del sitio; después se registró, cuando vio la solicitud de ayuda de Cash.
"Siempre me gustó escribir cartas", dice Huben, quien hasta el momento ya lleva escritas 50. "Creo que es algo romántico en la era del email, Twitter y todo lo demás —es sorprendente enviar una carta o recibir una carta y pensar, 'alguien se tomó el tiempo para hacer esto'".
Hasta el momento, sus cartas incluyen una en francés y una en sueco, las cuales tuvo que imprimir y copiar porque no está familiarizada con la forma como se usa la puntuación. Pero esperaba que muchas de las cartas fueran divertidas.
"Sin lugar a dudas, me atrevo a decir que el 90% de ellas son cartas de amor", dice. "Me siento afortunada de ser parte de la historia de amor de una pareja. Es muy dulce".
Cash ya escribió más de 75 cartas. Entre ellas está el discurso de la propuesta de matrimonio de un hombre a su esposa; mensajes al presidente Barack Obama y a Sarah Palin, e incluso una carta de aceptación para la Escuela Hogwarths de Magia y Brujería, de la serie de Harry Potter.
Hay algo en una carta personal que el email o los mensajes de texto nunca podrán reemplazar, dice Margaret Shepherd, autora de El arte de una carta personal: una guía para conectarse a través de la palabra escrita ( The Art of the Personal Letter: A Guide to Connecting Through the Written Word).
"Las personas son expertas para evaluar el esfuerzo que empleas para hacer algo", dice la escritora de Boston. "Tú sabes lo fantásticos que son todos esos efectos generados por computadora que hay en las películas, pero es más impresionante cuando hay un doble de acción que realiza realmente la acrobacia".
Shepherd dice que apoya a Snail Mail Project como una forma de ilustrar a las personas en el valor de una nota escrita a mano. Pero ella todavía prefiere ver que los participantes tomen una pluma por sí mismos.
"Tu mamá quiere ver tu escritura y quiere escuchar tu voz, no la de un extraño", dice.