Facebook ha comenzado a cerrar las cuentas de reclusos de California después de que un abusador de menores accediera a las páginas de su víctima desde la prisión, según afirmaron las autoridades y la red social.
La red social cerró las cuentas de al menos dos reclusos y las autoridades trabajan en identificar otras a las que se haya accedido entre rejas, dijo el Departamento de Prisiones y Rehabilitación de California.
Aunque la mayoría de los reos de California no tiene acceso a Internet,
, a pesar de los esfuerzos por requisar los dispositivos, aseguraron los oficiales de prisiones.Las autoridades penitenciarias de California, que el lunes anunciaron formalmente su acuerdo con la página, dijeron que habían recibido cientos de quejas de las víctimas con las que contactaban los reclusos.
Entre estos reclusos estaba el abusador de menores, que los funcionarios de prisiones aseguraron que
de su víctima y envió a su familia algunos dibujos de la niña.La víctima tenía diez años cuando se cometieron los abusos y 17 cuando el criminal la contactó. Utilizó la web para ver cómo llevaba la chica el cabello y qué marca de ropa utilizaba.
El sitio, con sede en Palo Alto, California, deja a los reclusos conectarse a la página si están en un estado que les permita acceder a la red.
Pero desde que California prohibió a los reclusos utilizar la web, la compañía confirmó que
La política no se aplica a los reclusos que crearon una cuenta antes de ser encarcelados y no la hayan utilizado mientras estén en prisión.
Las políticas de la red social prohíben a cualquiera que no sea un usuario registrado actualizar su perfil, lo que ocasionalmente sucede cuando un recluso pide a un amigo o familiar que acceda a su página.
"Desactivaremos las cuentas que se nos informe que estén violando leyes o regulaciones relevantes de Estados Unidos, o las cuentas de reclusos que sean actualizadas por alguien del exterior", afirmó el portavoz de Facebook Andrew Noyes en un comunicado.
California ha visto un incremento en el número de móviles de contrabando en manos de reclusos de 261 en 2006 a 20,780 el año pasado, lo que muestra que el problema está aumentando.
A principios de año, el asesino en serie Charles Manson fue atrapado con un teléfono por segunda vez en una prisión de California.