WikiLeaks: una cadena de errores causó la publicación de miles de cables
Más de 250,000 cables diplomáticos secretos estadounidenses se encuentran ahora en línea sin editar y sin filtrar, lo que expone a fuentes diplomáticas e informantes que debieron protegerse por su propia seguridad, informó WikiLeaks.
Pero esto no es una publicación planeada por el sitio. Al contrario, ocurre al parecer tras una cadena de errores que llevó a la publicación de una archivo con los cables y las contraseñas, sin el control de WikiLeaks.
El portal culpó al editor de investigaciones del diario The Guardian, David Leigh, quien "imprudentemente, y sin nuestra aprobación, dio a conocer las claves" en un libro.
En febrero, Leigh publicó el libro WikiLeaks: Inside Julian Assange's War on Secrecy (Wikileaks: Dentro de la guerra en secreto de Julian Assange). En él, describe de manera detallada cómo Assange le dio la contraseña para desbloquear el masivo archivo de cables diplomáticos.
El diario respondió a WikiLeaks y afirmó que "es un disparate sugerir que el libro sobre Wikileaks comprometió la seguridad en alguna forma. Nuestro libro sobre WikiLeaks fue publicado en febrero. Contiene una contraseña pero no los detalles sobre la localización del archivo, y nos informaron que era una contraseña temporal que expiraría y sería borrada en cuestión de horas".
Entonces, ¿cómo ocurrió?
WikiLeaks compartió el archivo y las contraseñas en noviembre pasado con varios diarios para que ayudaran a investigar el contenido de los cables.
Los medios, incluyendo este sitio, editaron el material antes de publicarlo, para evitar el daño a las fuentes diplomáticas e informantes.
Pero en el proceso, el archivo fue involuntariamente publicado en línea por seguidores de WikiLeaks, disponible para quien quisiera bajarlo, de acuerdo con Daniel Domscheit-Berg, exintegrante del grupo.
"Quienes publicaron el archivo no estaban al tanto del asunto de la contraseña, y viceversa", dijo Domscheit-Berg a CNN. "Ese es el preciso problema de mala comunicación que no puede ocurrir cuando se trata de este tipo de información seria, y uno de los problemas que me hicieron a mí y a otros dejar el proyecto".
WikiLeaks negó cualquier responsabilidad por la publicación de los cables, y culpó a Domscheit-Berg por dirigir la atención en la fuga de información, y al diario The Guardian por publicar la contraseña.
Domscheit-Berg afirmó que la responsabilidad final es de WikiLeaks: "Las contraseñas no deben de ser compartidas con nadie", dijo. "Irónicamente, ni yo sabía las contraseñas o tuve acceso a los datos. ¿Por qué fue compartido? Solo Julian (Assange) sabe", agregó.