¿Por qué pelearon Jobs y Gates?
Steve Jobs y Bill Gates fueron los mejores frenemies. Este fragmento del libro de Walter Isaacson narra los orígenes de su relación.
La compleja relación entre Bill Gates y Steve Jobs comenzó a finales de la década de los 70, cuando Microsoft ganaba gran parte de su dinero gracias al diseño de software para la Apple II. Cuando Jobs inició el desarrollo de la Macintosh original a principios de los 80, él quería que Microsoft creara para el ordenador una versión de BASIC, un lenguaje de programación de uso fácil, y también un software de aplicación, como programas de procesamiento de texto, gráficos y hojas de cálculo. Así que fue a visitar a Gates en la oficina que éste tenía cerca de Seattle y le presentó una tentadora visión de lo que Macintosh sería: una computadora para las masas con una interfaz gráfica amigable. Gates aceptó hacer versiones gráficas de una nueva hoja de cálculo llamada Excel, un procesador de textos llamado Word, así como BASIC.
Gates viajaba a menudo a Cupertino para las demostraciones del sistema operativo Macintosh, y no estaba bastante impresionado. "Recuerdo la primera vez que fui, Steve tenía esta aplicación que hacía que los objetos rebotaran alrededor de la pantalla. Era la única aplicación que funcionaba", me dijo. A Gates también lo desalentó la actitud de Jobs. "Fue una rara visita de seducción, Steve me decía que ellos en realidad no me necesitaban y que estaban haciendo cosas estupendas. Era Steve Jobs en el modo de venta, pero en este tipo de modo que también te dice, ‘No te necesito, pero tal vez deje que participes'".
A ambos les entusiasmaba la posibilidad de que Microsoft creara software gráfico para la Macintosh que llevara la computadora personal a un nuevo nivel, y Microsoft destinó a esa tarea un amplio equipo. "Teníamos a más gente trabajando en la Mac que él", dijo Gates. Y aunque Jobs sintió que no tenían buen gusto, los programadores de Microsoft fueron persistentes. "Crearon aplicaciones que eran terribles, pero fueron tenaces y las mejoraron", recordó Jobs.
Gates disfrutaba esas visitas a Cupertino; podía ver cómo Jobs interactuaba erráticamente con sus empleados y mostraba sus obsesiones. "Steve actuaba como el flautista de Hamelín, proclamando cómo la Mac cambiaría al mundo y dando a la gente una sobrecarga de trabajo, con tensiones increíbles y complejas relaciones personales". Algunas veces Jobs comenzaba en la cima para luego descender, compartiendo sus temores con Gates. "Salíamos un viernes por la noche, cenábamos y Steve sólo decía que todo iba estupendamente. Luego, un día después, sin falla, se ponía ‘diablos ¿se venderá esta cosa?, oh Dios, tengo que subir el precio, siento haberte metido en esto, mi equipo son un montón de idiotas'".
En ese entonces, Microsoft producía un sistema operativo conocido como DOS, cuya licencia dio a IBM y a otras computadoras compatibles. Se basaba en una anticuada interfaz de línea de comando que requería que los usuarios escribieran comandos del tipo C:>. A medida que Jobs y su equipo comenzaron a trabajar estrechamente con Microsoft, les preocupó que copiaran la interfaz gráfica de Macintosh e hicieran su propia versión. Andy Hertzfeld, miembro del equipo original de Macintosh, notó que su contacto en Microsoft hacía muchas preguntas detalladas sobre cómo funcionaba el sistema operativo Macintosh. "Le dije a Steve que sospechaba que Microsoft iba a clonar el sistema Macintosh", rememora Hertzfeld.
Tenían razón en preocuparse. Gates creyó que las interfaces gráficas eran el futuro, y que Microsoft tenía tanto derecho como Apple de utilizar la idea de la metáfora del escritorio, originalmente desarrollada por el centro de investigación de Xerox, no por Apple. Como más tarde admitiría Gates sin reparos, "Dijimos, ‘hey, creemos en las interfaces gráficas, nosotros también vimos el ordenador Xerox Alto'".
En su acuerdo original, Jobs había convencido a Gates que Microsoft no crearía software gráfico para nadie más hasta que hubiera transcurrido un año del debut de Macintosh en enero de 1983. Por desgracia para Apple, la compañía no contempló la posibilidad de que el lanzamiento de la Macintosh se demoraría un año. Por lo que Gates estaba en su derecho de anunciar, en noviembre de 1983, que Microsoft planeaba desarrollar un nuevo sistema operativo para las computadoras IBM -que incorporaban una interfaz gráfica con ventanas, íconos, y un ratón para navegar- llamado Windows.
Jobs estaba furioso. Sabía que podía hacer poco al respecto, pero de cualquier forma arremetió. "Tráeme a Gates inmediatamente", le ordenó a Mike Boich, el primer predicador de Apple en otras compañías de software. "Me mandó llamar para recriminarme. Fui a Cupertino, como si se tratara de una representación teatral. Le dije, ‘estamos haciendo Windows'. Le dije, ‘estamos apostando la compañía en la interfaz gráfica'".
Esa reunión se realizó en la sala de conferencias de Jobs, donde Gates se encontró rodeado de 10 empleados de Apple ansiosos de ver cómo su jefe lo atacaba. Jobs no decepcionó a su tropa. "¡Nos estás robando!", le gritó. "¡Confié en ti, y ahora nos estás robando!". Gates se mantuvo tranquilo, mirando a Steve a los ojos, antes de contraatacar con su voz chillona. "Bueno Steve, creo que hay otro ángulo desde el que podemos verlo. Creo más bien que ambos nos encontramos con este rico vecino llamado Xerox, y asaltamos su casa para robar su televisión, y descubrimos que tú ya te la habías robado antes".
Del libro Steve Jobs by Walter Isaacson Copyright © 2011 by Walter Isaacson. Reproducido con la autorización de Simon & Schuster Inc.