La tripulación de la misión 'Mars500' concluyen su 'viaje' al planeta rojo
Seis astronautas voluntarios emergieron de un viaje a Marte este viernes, saludando y sonriendo luego de pasar 520 días en reclusión.
Científicos pusieron a seis voluntarios en aislamiento en 2010 para simular una misión a Marte, como parte de un experimento de la Agencia Espacial Europea para determinar los retos que enfrentan los futuros viajeros espaciales.
Los seis, que tienen entre 27 y 38 años de edad, vivieron en un estrecho espacio del tamaño de seis autobuses acomodados en línea, dijo Rosita Suenson, una funcionaria de la agencia.
Durante el tiempo de reclusión, los voluntarios vistieron trajes azules, se bañaron en raras ocasiones y sobrevivieron ingiriendo comida enlatada. Los mensajes de amigos y familia llegaban retrasados, simulando la distancia a la tierra.
Pero también tuvieron algunos lujos, como un árbol de navidad y una fiesta de noche de brujas; pasaron la mayor parte de su tiempo en reclusión recolectando datos para ayudar a futuros viajes espaciales.
El viaje replicó todos los aspectos de una misión espacial a Marte, incluido el orbitar el planeta, aterrizar y regresar a la tierra.
“Esto fue como tomar un viaje psicológico a Marte, fue la primera misión tripulada completa a Marte”, dijo Suenson.
Aunque la misión no expuso a los seis voluntarios de China, Rusia y Europa a la gravedad cero y a la radiación, replicó un importante aspecto de un viaje espacial.
“El estudio ayuda a determinar efectos clave psicológicos de estar en un ambiente cerrado como ese por dicho periodo de tiempo”, informó la agencia.
Los datos de la misión les darán a los expertos una idea de cómo la mente y el cuerpo reaccionarían a un largo viaje espacial al planeta rojo, de acuerdo con Suenson.
En su regreso este viernes, la tripulación del Mars500 respondió a preguntas de la prensa y urgieron a expertos a darle un buen uso a la información recopilada. Luego se reunirán con algunos miembros de su familia y estarán en cuarentena por cuatro días.
Esta reclusión extra les permitirá reintegrarse a su entorno, como el sonido y la luz, según Suenson.
Los seis tenían cosas personales, como libros, películas y computadoras portátiles durante su estancia en el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú.