La estación rusa 'Fobos-Grunt' despega rumbo a una de las lunas de Marte
El lanzamiento este martes de la estación interplanetaria automática rusa Fobos-Grunt marca el inicio de un viaje de 34 meses que concluirá con el retorno a la Tierra de una cápsula con una carga de un valor incalculable: 200 gramos de muestras del suelo de Fobos, una de las dos lunas de Marte.
La Fobos-Grunt, con una masa de 13.5 toneladas, será lanzada desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán con ayuda de un cohete Zenit-2SB, y alcanzará la órbita marciana en poco menos de un año.
La estación, que incluye un módulo de retorno, se quedará sobre la superficie de la luna marciana, adonde nunca antes ha llegado ninguna nave espacial.
La agencia espacial rusa, Roscosmos, y la Agencia Espacial Europea firmaron un acuerdo para emplear los centros europeos de seguimiento con el fin de guiar a la Fobos-Grunt.
La estación llevará también a la órbita marciana un minisatélite científico chino Yinghuo-1, que sondeará la atmósfera del planeta rojo, así como contenedores con microorganismos y larvas de insectos que regresarán a la Tierra junto con las muestras del suelo de Fobos en agosto de 2014.
Ese material biológico servirá para estudiar la influencia de la radiación cósmica en los organismos vivos.
Los científicos rusos destacaron que el estudio del suelo de Fobos permitirá obtener nueva información sobre los orígenes de nuestro Sistema Solar.
La estación se posará en las proximidades del valle Lagado de Fobos, nombre que como muchos otros del satélite natural marciano ha sido tomado de la obra de Jonathan Swift, Los Viajes de Gulliver.
El proyecto permitirá el estudio de la materia inicial del Sistema Solar y ayudará a explicar el origen de Fobos y Deimos, la segunda luna marciana, así como de los demás satélites naturales.
"De momento no podemos contestar a la pregunta de cómo se formó el Sistema Solar, de cuán único es en su género entre la infinidad de estrellas similares al Sol", dijo Mijaíl Márov, subdirector del Instituto de Bioquímica y Química Analítica Vernadski.
Según el científico, se trata de entender hasta qué punto la materia de Fobos corresponde con la idea que existe sobre la composición de Marte y si el satélite se formó naturalmente o se trata de un asteroide capturado por el campo gravitatorio del planeta rojo.
La segunda pregunta que ayudará a responder el proyecto es si hay materia orgánica en Fobos y, en caso de la que la haya, de qué tipo es.
Márov admitió que muchos de los institutos científicos que participan en el experimento Fobos-Grunt aún no están preparados para estudiar a fondo las muestras de la luna marciana que en poco menos de tres años serán traídas a la Tierra.
El proyecto Fobos-Grunt, con un costo cercano a los 5,000 millones de rublos (cerca de 170 millones de dólares), es visto como una oportunidad para conservar la experiencia soviética de la conquista del espacio.
"En la práctica, es la última oportunidad de que la gente que trabajó en esos proyectos (soviéticos) pueda transmitir su experiencia a los jóvenes especialistas, para no romper el vínculo generacional", declaró Víctor Jartov, director del Grupo Lavochkin, la constructora rusa de naves espaciales.
Según Jarkov, si las nuevas generaciones no toman el relevo, Rusia estaría "en el mismo lugar en que se encuentran los países que recién están saliendo al espacio".
La Unión Soviética fue la primera potencia que logró posar un aparato, el Mars-3, en suelo marciano el 2 de septiembre de 1971.