¿Un Silicon Valley europeo? Ten cuidado con lo que deseas
La economía de internet de Europa está creciendo, pero el continente está muy por detrás de la comunidad de alta tecnología de Silicon Valley en Estados Unidos.
Y si bien hay planes en marcha para nivelar el terreno, puede que Europa deba tener cuidado con lo que desea. El crecimiento de este sector puede ser doloroso.
Europa tiene puñados de cerebros altamente calificados e innovadores en diferentes ciudades de Europa: Silicon Docks en Dublín, Silicon Sentier en París, y en rincones de Viena y el este de Londres. Pero se necesita más que pedacitos de arquitectura moderna y algunas pantallas planas para crear el ambiente de negocios propicio para un éxito global y a gran escala basado en la web.
El empresario de internet Ilya Laurs, cuya empresa Getjar.com se ha convertido en una de las mayores proveedoras de aplicaciones en el mundo, dice que Europa es un gran lugar para nutrir a las nuevas empresas. Pero el crecimiento es difícil.
"Hay gente en varios nichos. Puedes encontrar tal vez un centenar de personas en esas áreas específicas. Pero esto es de un tamaño bastante pequeño en comparación con Silicon Valley y realmente necesitas miles de personas. Es un nivel que no creo que ningún lugar de Europa pueda lograr". Incluso si existiera un exceso repentino e inesperado del tipo de trabajadores cualificados que él está buscando, aún se mostraría renuente a contratar de manera amplia y veloz en Europa. Es una cuestión cultural.
"El conjunto de valores europeos, en general, es bastante incompatible con la innovación. Cuando se piensa en la innovación, se trata de prueba y error... si contrato de manera rápida y no funciona, voy a tener que despedir de manera rápida. Trate de hacer eso en Francia", dice.
Y añade: "El metabolismo de tu empresa debe ser de alta velocidad. Facebook no se construyó trabajando de las nueve a las cinco, con regulaciones gubernamentales de seis semanas de vacaciones. Europa necesita de seguridad social, creatividad, familia, pasatiempos y el trabajo en sí no se encuentra en el conjunto principal de los valores de los europeos. En Estados Unidos, sí".
Europa está tratando de impulsar su potencial en este sector. El año pasado, el primer ministro británico, David Cameron, habló de la introducción de un visado para empresarios, y de profundos cambios a los derechos de propiedad intelectual, para crear el entorno adecuado para los emprendimientos de alta tecnología. Habló sobre su visión de que el East End de Londres se está convirtiendo en un rival de Silicon Valley, nombró a grandes marcas de internet como Google y Facebook que afirmó se han comprometido a invertir en la zona después de los Juegos Olímpicos de 2012.
Dublín también está estableciendo rápidamente su renovada zona Docks como un centro de alta tecnología. Promovida como Silicon Docks (Muelles de silicio), Google, Facebook y LinkedIn han establecido su sede europea allí.
No hay duda de que han sido atraídos en parte por una baja tasa de impuesto a corporaciones del 12.5%, que es menos de la mitad de la tasa de otros países europeos. Pero Noel Ruane, el Empresario Residente (un mentor para los empredimientos de internet) de Dogpatch Lab Europe dice que la comunidad en Dublín representa más que la simple llegada de los titanes de la tecnología móvil.
Cree que la creación de nuevas empresas se enfrenta a un paisaje acogedor en Europa, y particularmente en Dublín. Según Ruane, hay "más de un cuarto de 1,000 millones de dólares disponibles para la inversión en la etapa de semilla". Añade que Dublín "puede servir como puerta de entrada al mercado para las grandes empresas tecnológicas".
Pero incluso él reconoce que los líderes de la industria tecnológica tendrán que cruzar el charco primero, independientemente de dónde vayan a parar. Cree que muchos de los líderes tecnológicos en toda Europa han llegado a través de Silicon Valley y Nueva York.
"Me encuentro todo el tiempo con empresas en que los fundadores han regresado a casa después de pasar algunos años trabajando, ya sea en la Costa Oeste en Silicon Valley y/o en Nueva York, con las grandes empresas de internet", dice. "Así que tienen toda esa experiencia y vuelven a casa para establecer su negocio de vuelta en Europa".
Retener a estos emprendedores en Europa, y atraer a más, creará problemas mientras las empresas crecen. Esto significará cambios radicales en toda Europa, a las leyes de financiamiento, al impuesto sobre las ganancias y a las leyes laborales, al menos para las empresas de nueva creación.
Más flexibilidad para las empresas podría significar que la apreciada seguridad laboral de los empleados se deje fuera. La inversión en innovación luce bien en papel, pero va a costar cara en otros aspectos, abriendo otra caja de Pandora en la Unión Europea.