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Los robots despiertan la curiosidad por la ciencia en jóvenes mexicanos

Máquinas para recoger basura, explorar terrenos y promover el gusto por las matemáticas son algunos de los usos de estos aparatos
jue 17 noviembre 2011 02:05 PM
Robo Show México 2011 robot
Robo Show México 2011 robot Robo Show México 2011 robot

La fila para tomarse la foto junto a Ludovico es larga; niños y adultos aguardan para saludar al robot vestido con sarape, sombrero y bigote revolucionario. Este robot, ensamblado en Ciudad Nezahualcóyotl, fue uno de los que más captaron la atención del público durante el Robo Show México 2011, realizado en la Ciudad de México.

Durante el evento realizado en el World Trade Center capitalino se presentaron proyectos de robótica aparentemente modestos, pero que podrían convertirse en fundamento para empresas y una nueva generación de expertos en esta área.

México compró 900 robots en 2010, Brasil, 640 y Estados Unidos 17,100 unidades, de acuerdo con la Federación Internacional de Robótica.

La basura en su lugar

Un grupo de estudiantes en la Secundaria Técnica 51 del Distrito Federal muestran al público un robot recogedor de basura. “Usamos materiales de desecho para crear este robot, que recoge y levanta la basura para introducirla en un compartimiento”, detalla el profesor Marcelo Rosas, coordinador en el taller de electricidad en la secundaria.

El robot, que es controlado por una palanca de mando, utiliza un recogedor metálico para acopiar los desechos, después los levanta y se traga la basura. 

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El profesor y los 30 alumnos que participaron en su construcción, durante dos meses, buscan mejorarlo y llevarlo a un mayor nivel de autonomía por medio de sensores y baterías. 

Algunos miembros del equipo ya se sienten seducidos por la robótica, “después de esto, creo que me dedicaré a estudiar sobre cómo hacer robots, esto es algo que ya me enganchó”, señala uno de los jóvenes participantes en el proyecto. 

Arme su robot

Manuel Trejo atrae a los niños con su colección de pequeños robots en forma de carritos, que se mueven velozmente dentro de una pequeña pista de medio metro, con una pequeña barda de pocos centímetros de altura. 

Los robots (de un tamaño no mayor al de un puño cerrado) se mueven con baterías, guiándose por sensores de contacto que desvían el vehículo al contacto con la pared u otro robot. Al lado, otro pequeño vehículo se mueve con un sensor que le permite seguir seguir la luz de una lámpara. 

"La robótica es una disciplina muy completa, pues además del elemento de programación, se necesita conocimiento y desarrollo de habilidades en otras áreas como mecánica y electrónica”, asegura Manuel Trejo, ingeniero en mecatrónica.

Por ello, desde 2005 fundó la empresa Diseños Electrónicos Culhuacán, que diseña paquetes para el armado de robots y ofrece cursos de robótica  a los niños, a quienes enseña a aplicar la ciencia de manera práctica.

Algunas de las piezas de los paquetes las fabrica él, con equipo adquirido por cuenta propia. Manuel comenta que “ha sido difícil crecer sin fuentes bancarias de financiamiento que ayuden a emprender este tipo de empresas pues es un mercado muy especializado difícil de comercializar masivamente”.

Sin embargo, sus paquetes de robótica se venden bien entre niños y profesores, “afortunadamente, cada vez más padres de familia se dan cuenta que la robótica es una excelente introducción a la ciencia y solicitan paquetes o incluso que yo mismo dé cursos a los niños. Con eso nuestro negocio ha logrado sobrevivir y cumple más de media década en el mercado”.

Publicidad inteligente

Ludovico no es un robot inteligente, ya que es guiado con el control de una consola Xbox 360 y fue construido con cáscaras de reguladores de voltaje y como un mero robot publicitario, detalla Samuel Hernández, uno de los miembros de la empresa Tekbyte que lo construyó.

La compañía no fue concebida para construir robots, originalmente se dedicaba al diseño de sistemas para control de horarios de empleados, pero desde hace cuatro años, Hernández y su tío quien era el ingeniero se asociaron con un profesor de robótica en la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl.

“Estamos desarrollando un robot que se mueve con orugas que pensamos podría ser usado como robot explorador, aunque buscamos modelos de financiamiento para seguir con el desarrollo de nuestros robots”, detalla Samuel.

Para ello estima que necesitarán unos 4,000 pesos, que esperan obtener por medio de la renta de Ludovico y otro robot semejantes que además de moverse de un lado al otro podrá mover codos y las muñecas.

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