El hemisferio norte del planeta pudo observar una lluvia de meteoritos
Nota del editor: si fuiste testigo de este espectáculo astronómico, te invitamos a compartir tus fotos en ireport@expansion.com.mx
(CNNMéxico)— Una lluvia de meteoritos se pudo observar durante la madrugada de este miércoles en el hemisferio norte del planeta, incluido México.
Para el resto de la Tierra, la NASA transmitió en vivo el suceso desde una cámara que apuntó hacia el cielo en el Centro Marshall de Vuelo Espacial en Huntsville, Alabama, Estados Unidos.
"El fenómeno Cuadrántidas 2012 es una poco conocida lluvia de meteoritos, llamada así por una constelación extinta", señaló la agencia espacial.
Las Cuadrántidas también se pudieron observar gracias a las cámaras allsky de la agencia estadounidense, que permitió ver distintos ángulos de la lluvia.
De acuerdo con información de la NASA, que hizo algunas recomendaciones para ver mejor este fenómeno, este año se podrán observar siete diferentes lluvias de estrellas; la de este miércoles fue la primera.
En la Ciudad de México, el cielo nublado y las luces de las calles, automóviles y edificios dificultaron la visibilidad del espectáculo astronómico.
"Después de cientos de años de orbitar al Sol, las Cuadrántidas entrarán en nuestra atmósfera a una velocidad de 144,840 kilómetros por hora, quemándose a 80 kilómetros de la superficie de la Tierra, ¡un final de fuego para un largo viaje!", indicó la NASA.
Se pudieron observar unas 100 Cuadrántidas por hora, variando entre 60 y 200. En comparación, la lluvia de estrellas más potente de 2011, la de las Gemínidas , presentó un promedio de 40 estrellas por hora.
La fase lunar creciente acabó alrededor de las 3:00 horas, lo que dejó alrededor de dos horas para observar los meteoritos antes del amanecer. A diferencia de las lluvias de meteoritos más famosas como Perseidas y Gemínidas, las Cuadrántidas solo duran pocas horas; es decir, tiene que ser la mañana del 4 de enero, o nada, indicó la NASA.
Al igual que las Gemínidas, las Cuadrántidas tienen su origen en el asteroide llamado 2003 EH1. Los estudios sugieren que ese cuerpo bien podría ser una parte de un cometa que se hizo pedazos hace varios siglos y que los meteoritos son los pequeños restos de su fragmentación.