Reporta, el programa que 'mapea' los casos de influenza AH1N1
La segunda quincena de enero se ha nutrido con temores de un rebrote de influenza , y en la Torre de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una computadora recibe reportes de miles de ciudadanos en todo el país, que han permitido seguir cada movimiento de la enfermedad en tiempo real.
Un proyecto conjunto entre la UNAM y el gobierno del Distrito Federal ofrece a la ciudad capacidad de respuesta ante una epidemia y a los científicos herramientas para conocer cómo se propaga la enfermedad.
“Normalmente, las epidemias se detectan por un sistema de reportes que médicos e instituciones envían a la Secretaría de Salud. Sin embargo, el procesamiento de esta información suele tomar hasta dos semanas, por lo que se dificulta conocer el movimiento diario de la enfermedad, amén de que sólo capta reportes de quienes han llegado al sistema de salud, sin incluir a quienes padecen síntomas, que podrían convertirse luego en casos de influenza”, dijo a CNNMexico la doctora Natalia Mantilla, académica en la Facultad de Ciencias de la UNAM y miembro del Centro de Ciencias de la Complejidad en la casa de estudios.
De importación
Durante el curso de su doctorado en Portugal, Mantilla conoció en 2003 el sistema de monitoreo Gripenet , que “consiste en un sistema donde vía internet, se obtienen reportes enviados por la población sobre síntomas similares a la influenza estacional, para posteriormente ubicarlos en un mapa nacional; algo que también hacen países como Holanda y Reino Unido”. Así, a inicios de 2008, propuso a la UNAM un proyecto de seguimiento similar para influenza estacional en el país.
Un año más tarde, en abril de 2009 , cuando el entonces secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos anunció la suspensión de clases en el Distrito Federal y el Estado de México por un nuevo virus de influenza, Mantilla decidió dedicar el proyecto (que estudiaba la influenza estacional) por completo a la entonces llamada gripe porcina. “Para el 7 de mayo teníamos el sistema operando. Por medio de contactos personales y en una semana logramos que más de 3,000 personas enviaran reportes desde todo el país”, señala la doctora.
Tras el paso de la emergencia, el equipo de la investigadora (compuesto por físicos, matemáticos, científicos computacionales y filósofos, entre otras disciplinas) había recolectado datos de todo el país sobre la enfermedad.
“Esta información nos permitió conocer cosas como que la Ciudad de México era muy homogénea en la dispersión de la enfermedad, es decir, que cuando hay un brote, todas las delegaciones presentan casos de influenza casi simultáneamente”, cuenta Mantilla. Pero las herramientas analíticas no son nada sin los datos aportados por los ciudadanos.
Reporte viral
La clave del proyecto Reporta está en la adhesión de voluntarios que aceptan llenar dos cuestionarios. El primero consta de 17 preguntas (sobre género, edad, prescencia de hábitos como fumar) y su ubicación (código postal donde reside y trabaja). Este cuestionario incluye preguntas acerca del estado de salud de la persona: si ha presentado fiebre, catarro y otros síntomas que permiten inferir un posible caso de influenza, así como si la persona ha recurrido a un médico, un hospital, o si decidió automedicarse.
Al suscribirse, el voluntario recibe semanalmente vía correo electrónico un recordatorio para llenar un segundo cuestionario, más breve. “Nos interesa saber lo que ha pasado con la salud respiratoria del voluntario, aún cuando no tenga síntomas; esto nos permite conocer tendencias anómalas, como lo sucedido con la epidemia de AH1N1, ocurrida en un momento atípico para enfermedades respiratorias”, cuenta la doctora Mantilla.
Toda la información es colocada en una base de datos creada con el software de acceso libre MySQL y analizado con programas como R y programación en lenguaje C, amén de las programación final en la página web, desde donde se pueden ver algunos datos, aunque Mantilla señala que están trabajando para tener más información disponible de forma pública.
El número de la enfermedad
La información no sólo es para uso científico.
Después de la epidemia, continuó el proyecto a través del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, cuyo director del Centro de Diagnóstico y Vigilancia Epidemiológica, el doctor Máximo Berto, dijo en entrevista para CNNMexico.com que esta herramienta “permite detectar casi en tiempo real el movimiento de la influenza AH1N1 por la ciudad”.
La información sirve a la Secretaría de Salud del Distrito Federal para tomar medidas como el establecimiento de filtros de detección de enfermos en escuelas, despachar brigadas médicas y focalizar las campañas de vacunación.
Para certificar que la información sea correcta, el gobierno de la ciudad contrasta los datos con la información obtenida por el sistema de salud local. “Hemos visto que los datos arrojados por Reporta corresponden a casos confirmados y de hecho, planeamos extender la colaboración al monitoreo de enfermedades gastrointestinales en la ciudad, que se tornan más frecuentes en la época de calor”, dice el doctor Berto.
A un costo de menos de un millón de pesos, el proyecto ha arrojado información insospechada sobre la enfermedad, como por ejemplo que las personas con mascotas "tienen mayor propensión a adquirir la influenza, debido a que una persona infectada no se aisla de sus mascotas, por lo que al tocarlas y abrazarlas, éstas adquieren el virus y lo pasan a otros miembros de la familia o del grupo cercano”, explica Mantilla.
Más aún, la información del sitio web permite a los ciudadanos conocer la aparición de casos sopechosos por medio de una línea de tiempo gráfica.
Con más de 5,500 participantes, el proyecto Reporta busca crecer más allá de las fronteras del Distrito Federal y de la medicina. “Ahora buscamos que personas de todo el país se unan al proyecto para conocer los patrones de contagio de la influenza”, dice Mantilla.