Científicos resucitan una planta de hace 30,000 años
Científicos rusos dicen que lograron hacer florecer una planta cultivada a partir del material que extrajeron de las semillas depositadas en el permafrost (la capa permanentemente congelada en los niveles superficiales del suelo) siberiano hace 30,000 años.
El trabajo de los científicos del Instituto de Biofísica Celular de Rusia está generando mucho entusiasmo en todo el mundo después de su publicación en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
El material de semillas más antiguo hasta ahora conocido, con el que habían podido crear vida anteriormente, data de hace casi 2,000 años, informa el escritor de ciencia Ed Yong en un blog de la revista Discover, dando detalles del trabajo revolucionario de los científicos rusos.
Las plantas, de nombre silene stenophylla, son de la época cuando los mamuts y los tigres dientes de sable vivían en Siberia.
Su camino de 300 siglos hacia la vida inició cuando las ardillas llevaron el fruto de la planta y las semillas inmaduras que contenía la fruta a sus madrigueras a la orilla del río. Cuando el clima empezó a enfriar, la madriguera quedó cubierta con capas de hielo y las semillas se conservaron por las temperaturas de -7 grados Celsius, de acuerdo con el informe de Yong.
Los científicos extrajeron las semillas inmaduras de las madrigueras junto a la orilla del río Kolyma hace más de cinco años.
Los científicos rusos pudieron tomar lo que se llama “tejido de la placenta” de las semillas inmaduras, cultivaron el tejido en semillas maduras en un ambiente de laboratorio, y después las plantaron en el suelo normal y las vieron crecer hasta florecer, de acuerdo con un informe de la agencia de noticias rusa, RIA Novosti.
Esas plantas ya produjeron sus propias semillas y frutos, y por eso están estableciendo una generación completamente nueva de la planta antigua, dice el informe.
Las plantas antiguas se diferencian un poco de sus descendientes modernas en la forma de sus pétalos y en el sexo de las flores, dice el reporte de RIA Novosti.
Las noticias de que las antiguas plantas dieron vida inmediatamente llevaron a la especulación sobre si otros tipos de vida podrían resurgir desde el permafrost, el cual James Halle, un científico de la Universidad Murdoch en Australia, describió a principios de año como un “gigantesco congelador molecular” , que conserva el ADN de un próspero ecosistema del Pleistoceno.
“Siberia, Alaska y el territorio de Yukón podrían actuar como enormes congeladores en donde se almacenó la vida antigua, que espera poder saludar nuevamente al mundo”, escribió Yong en su blog.
“El éxito de los científicos rusos puede abrir la puerta a un área completamente nueva de experimentos para revivir a las plantas extintas que quedaron enterradas bajo las capas del suelo, especialmente en la zona del Ártico, durante miles de años”, dice el artículo de RIA Novosti.
Los nuevos descubrimientos podrían darle esperanza al equipo de científicos rusos, japoneses y estadounidenses que informaron hace un año que en un plazo de seis años esperaban producir una cría de mamut a partir del ADN que extrajeron de los restos de dicho mamífero del Pleistoceno.