La iPad 4G llega a Australia
La nueva iPad de Apple salió a la venta en las primeras horas del viernes en Australia y fue recibida por grupos de aficionados deseosos de tener en las manos la nueva tableta 4G, que ha sido blanco de críticas favorables, aunque no se considera una innovación significativa. El proveedor Telstra se adelantó a Apple, comenzando las ventas en dos de sus tiendas a medianoche. La concurrencia era baja frente a previos lanzamientos, aunque la sólida demanda refleja el arraigo de los productos de Apple entre los consumidores.
Las acciones de Apple superaron la marca de los 600 dólares por primera vez el jueves en el Nasdaq pero luego bajaron ligeramente. El valor ha crecido un 47% este año y casi un 10% este mes.
Una única acción de Apple cuesta ahora más que la iPad equipado sólo con wifi, que tiene un valor de 499 dólares.
David Tarasenko, un gerente de la construcción de 34 años que fue el primero en hacerse con una iPad, dijo que desde que el presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, anunciara la tercera entrega de la tableta, estaba impaciente por tener una.
"Cuando Tim Cook la anunció, sonó como una herramienta mágica", dijo.
La iPad de tercera generación de Apple - que cuenta con una pantalla en alta definición y viene también con una cámara mejor - es capaz de operar con la red LTE, o Long-Term Evolution, de alta velocidad 4G. Pero esta versión no es compatible con la red 4G de Telstra en Australia.
Los influyentes críticos Walt Mossberg y David Pogue alucinaron con la nueva pantalla. Mossberg dijo que usarla era como "hacerse una nuevas gafas", mientras que Pogue indicó que el texto parecía "increíblemente bien definido".
Pero tanto Mossberg como Pogue indicaron que la nueva iPad no era una mejora total, aunque tenía suficientes elementos técnicos nuevos como para seguir siendo líder del mercado.
"Apple no ha modernizado totalmente la iPad o añadido decenas de nuevas características", dijo Mossberg, "pero ha mejorado significativamente, al mismo precio".
La nueva iPad sale a la venta el viernes en diez países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Singapur, Francia y Reino Unido, donde el jueves por la tarde ya se habían empezado a formar colas para esperar al dispositivo.
Entre quienes estuvieron en la cola ante la tienda de Apple en Sídney figuraba Stephen Parkes, al que el fundador de una empresa de trabajos ocasionales pagó 990 dólares por esperar durante cuatro días en la cola.
Tal es la demanda de los nuevos productos de Apple que hay quien paga a "mulas" para comprar las últimas versiones y transportarlas a mercados donde los dispositivos tardarán más en llegar.