El día que Steve Jobs habló con Siri
Tres semanas después de que se aprobara la venta de la aplicación Siri en la App Store, se le dijo a Dag Kittlaus que esperara una llamada del vicepresidente senior de Apple, Scott Forstall. El teléfono sonó:
"Dag, habla Steve Jobs".
Esa frase, según Yoni Heisler del sitio NetworkWorld, fue el inicio de una serie de acontecimientos que culminaron con la compra, por parte de Apple, de la compañía de Kittlaus por 200 millones de dólares e hicieron que el software, un asistente personal activado por voz, fuera el rasgo característico del nuevo iPhone 4S.
La historia, recogida por Heilser tal como la narró Kittlaus el martes en la exhibición Technori Pitch de Chicago, va así:
Él (Jobs) quería que yo fuera a su casa al día siguiente, y así lo hice, pasé 3 horas con él delante de su chimenea, manteniendo una conversación surrealista sobre el futuro.
Y, ya sabes, habló de por qué Apple iba a vencer, y hablamos acerca de cómo le estaba yendo a Siri. Y él estaba muy emocionado por el hecho de que ... ya sabes, él estaba muy interesado en esta área en general, pero, son pacientes, no se lanzan sobre algo hasta que sienten que pueden hallar algo nuevo y sintió que nosotros lo habíamos descifrado. Así que se sintió atraído.
El único problema fue que a Jobs le gustaba el software, pero no el nombre. En palabras de Hesiler:
Kittlaus relató que a Jobs no le convencía el nombre de Siri. Kittlaus, por lo tanto, siguió presionando a Steve Jobs para que mantuviera el nombre de Siri, diciéndole de manera muy recurrente que era "un nombre grandioso".
Sin embargo, Jobs quería usar otra cosa, pero al no encontrar nada mejor, decidió quedarse con "Siri". Lo que es particularmente interesante en esto es que hay historias similares en relación al proceso de denominación detrás de la iMac y el iPod - dos productos con nombres que según se sabe no le gustaban a Jobs, pero que en última instancia aceptó al no ser capaz de encontrar mejores alternativas.