Las líneas de 'Draw something' y su poder para 'conectarnos'
Chris Pirillo es muchas cosas: un autonombrado geek, blogger y empresario (y, según él, un jugador promedio).
El fundador de 38 años de la red de blogs Lockergnome ama los juegos ocasionales. Ese tipo de aplicaciones en las que debes levantar y bajar cosas, sin estrés.
Pirillo ya jugó su cuota de títulos como Cube Runner y A Monster Ate My Homework. Incluso probó Words with Friends pero le pareció que el juego parecido al Scrabble era demasiado laborioso.
“El problema con los juegos es que de repente son demasiado complejos. Si no le entiendo en un lapso de un minuto, voy a lo que sigue”, dijo el residente de Seattle que es colaborador ocasional de CNN. “Y sabes que hay más gente como yo que del tipo de personas que pasarán horas descifrando un juego”.
Recientemente, mientras buscaba aplicaciones nuevas en su iPad, Pirillo se encontró con Draw something, una variante del Pictionary, con un toque del juego Ahorcado. Lo descargó, se conectó a Facebook y comenzó a jugar.
Se enganchó a la primera. Hoy Pirillo pasa al menos dos horas por la noche jugándolo.
“Lo que atrae a la gente es la parte de dibujar”, dice Pirillo con una risa. “A todos nos gusta rayonear. ¿A quién no? Es fácil, divertido y no hay que pensar. Bueno, sólo un poco”.
La aplicación creada y lanzada por el desarrollador de juegos OMGPop, ha tenido un éxito increíble en su corta vida. Ha atraído a más de 35 millones de usuarios en los dos últimos meses desde su aparición, una cantidad considerable para un juego que no define ganadores ni perdedores ni tiene niveles de logros como Angry Birds .
Draw something pasó semanas como el número 1 en descargas para iPad y iPhone y el mes pasado OMGPop fue comprado por Zynga, el rey de la industria de los videojuegos, por 200 millones de dólares.
¿Cómo funciona?
Jugar es sencillo una vez que identificaste a los jugadores entre los contactos de tu red social. La aplicación te da tres opciones de cosas que puedes dibujar, elijes una palabra y luego la dibujas con tu dedo sobre la pantalla táctil usando los colores básicos que te proporciona la aplicación. Con suerte, tu amigo descifra la imagen y adivina correctamente y luego hace un dibujo para que lo adivines tú.
El ciclo de adivinar y dibujar continúa en un ciclo adictivo. No hay ganadores, sino que los jugadores participan juntos para realizar trazos de dibujos que deberán ser descifrados correctamente.
Dan Porter, expresidente de OMGPop quien hoy es vicepresidente de Zinga, dijo que estaban inspirados en crear algo cercano a un juego para varios participantes con un target de gente común, no muy competitiva.
“Queríamos ser el juego en el móvil de las personas que no tenían otros juegos”, dice Porter. “Creímos que funcionaría pero nos impresionó lo bien que funciónó”.
El sistema de puntos complementa la sencillez del juego. Los jugadores pueden elegir entre tres palabras con distinto nivel de dificultad. Las más difíciles valen más, en monedas virtuales que se pueden canjear por mejoras o pistas para adivinar las palabras.
Lo interesante es la forma en que trabajan los puntos. La persona que dibuja obtiene puntos si su compañero adivina. Quien adivina obtiene la misma cantidad de monedas por adivinar.
Pirillo cree que este sistema es muy inteligente.
“No se trata de competir sino de colaborar”, dice. “Debes hacer que el otro jugador sepa lo que hay en tu cabeza”.
Quizá este sea el motivo por el que el juego es tan exitoso en más de 80 países y entre personas de todas las edades.
Porter cree que el apoyo de Zynga y su infraestructura les permitirá hacer mejoras importantes al juego, como incorporar una aplicación de chat o permitir que los jugadores guarden sus dibujos dentro de la aplicación. Actualmente los jugadores deben recurrir a la función de imprimir pantalla de su teléfono o tableta para guardar las imágenes de sus dibujos.
Un juego recreativo
Varsha Swamy, una madre de 50 años de edad y gerente del Studio One Eighty Nine en Mumbai, India, recibió la invitación de sus hijas, en Estados Unidos, para jugar en su iPad.
Dice que el principal atractivo de Draw something es que es un juego recreativo, en comparación con Scramble with Friends, donde trabajas contra reloj.
“Estás relajada jugando a tu propio ritmo en el estilo que tú quieras, lo borras y lo dibujas de nuevo”, dijo.
Los jugadores dicen que jugar a tu propio ritmo y en el estilo que tú quieras abre nuevas posibilidades a la creatividad y a la expresión personal.
Para Swamy, también es una ventana hacia la mente de tu compañero de juego.
“Al dibujar, ilustras lo que estás pensando”, explica.
Este proceso de pensamiento es visible cuando juegas, pues la pantalla muestra cómo se crea tu dibujo, trazo por trazo, mientras tu compañero intenta adivinar lo que es. Una vez que el trazo dejó de estar en tu dedo para pasar al lienzo digital, ya no hay marcha atrás, puedes borrarlo y volver a empezar, aunque todo el proceso estará visible para tu compañero, incluyendo todos tus errores.
Esto es desconcertante para varias personas, en especial si sienten que sus habilidades artísticas no están del todo bien. Sammy admite que al principio no le gustó el juego porque no se consideraba una gran artista.
“Creo que lo que inhibe a las personas de jugarlo son sus habilidades para el trazo”, dice. Pero eso no impidió que lo intentara. “Una vez que me acostumbré y aprendí a usar los colores y el grosor de la pluma, me di cuenta de que podía hacer muchas cosas”.
Los usuarios concuerdan en que, al igual que el Pictionary, el éxito en Draw something no se basa en el talento artístico sino en dar las pistas adecuadas a la otra persona.
“Creo que cualquiera que pueda dibujar una cara –no un rostro propiamente sino dos puntos, una nariz y una sonrisa– puede jugar”, dice Swamy, quien ha alcanzado los 80 dibujos adivinados correctamente en uno de los juegos.
¿Perdido en la traducción?
Para algunos jugadores, las referencias a la cultura popular de la actualidad –como Twitter o Rihanna- hacen en juego más interesante. Para otros se convierte en un obstáculo.
Incluso Pirillo, que es unos años menor que Swamy, dice tener problemas para adivinar palabras como el rapero Lil’ Wayne. Tampoco le dibujaría la palabra Android a su mamá.
“No sé si tendrá el mismo lenguaje cultural que el resto de la gente”, dice Pirillo.
Las referencias a la cultura estadounidense también restringen la participación de jugares internacionales.
Para Swammy, “Futbol no significa lo mismo en Europa e India que en América. Y la palabra Tebowing nos deja en blanco”.
Rodrigo Llorente, de 21 años, residente de Madrid, se enfrenta a batallas lingüísticas y culturales similares a diario en Draw something
“Algunas [de las palabras] son raras”, dijo el estudiante universitario de ICADE. “Pero puedes buscarlas en el diccionario”.
Eso no evita que Llorente participe en el juego. De hecho le parece una excelente forma de aprendizaje.
“Es útil para aprender más inglés, que creo que es muy importante”, dijo. “Diversión más entretenimiento: es genial.”
Porter, de Zynga abordó uno de estos temas al hablar con CNN.
“Me encantaría hacer más cosas importantes para el público internacional”, dijo. “Por ejemplo, estamos a punto de añadir de futbolistas famosos al juego de la Eurocopa”.
Una nueva forma de conectarse
Mientras tanto, los jugadores de Draw something continúan compartiendo sus obras de arte garabateadas, sus rayones privados y sus a veces vergonzosas procesos de pensamiento.
Los jugadores afirman que aunque puedes jugar con extraños, el juego es una forma única e íntima de comunicación con tus padres, con tu pareja y con los niños.
Swamy adora jugar con su hija e, incluso, con el novio de esta en Estados Unidos. Para ella, es una nueva manera de estar en contacto con tus seres queridos que se encuentran lejos. Pirillo, quien alcanzó los 79 partidos con su esposa, vee a Draw something como una forma distinta de conectarte con alguien que conoces muy bien.
“No soy artista en absoluto pero estoy aprendiendo a hacer reír a la gente en el juego”, dice Porter. “También me gusta jugar con mis hijos Miles y Joshua, lo cual me abre una ventana hacia su forma de pensar”.
Porter guarda celosamente muchos de sus dibujos.