La aeronave hipersónica que es demasiado rápida para sí misma
La prueba de vuelo de una aeronave diseñada para recorrer el mundo a 20 veces la velocidad de propagación del sonido, falló en agosto pasado debido a que las altas velocidades desintegraron la cubierta de la nave no tripulada, concluyeron investigadores del Pentágono en un reporte largamente esperado.
Durante 9 minutos, la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA, por las siglas en inglés, de la Agencia de Proyectos de Investigación de Defensa Avanzada) voló su vehículo hipersónico (HTV, por las siglas de Hypersonic Technology Vehicle) a velocidades que alcanzaron 20 mach (unidad de velocidad para medir la propagación del sonido), lo suficiente para volar de Nueva York a Los Ángeles en menos de 12 minutos. Pero algo salió mal y el vuelo no pudo controlarse. Ahora, finalmente DARPA ha explicado lo ocurrido.
“La causa más probable de la terminación prematura del HTV-2 Flight 2 fue la degradación inesperada de la cubierta de la nave”, explicó el grupo de investigación en una nueva declaración acerca del vuelo de prueba.
Es decir: la aeronave no tripulada atravesaba la atmósfera cuando su cubierta externa comenzó a arrancarse de la estructura.
DARPA sabía que la fricción de la aeronave pasando tan rápidamente a través del aire ocasionaría un calentamiento de la superficie. También esperaban “un desgaste gradual de la cubierta externa de la nave al alcanzar los límites de tolerancia”, con base en pruebas en tierra.
“No obstante, porciones de la superficie más grandes de lo esperado se desprendieron de la estructura”, según la declaración. “Los huecos resultantes crearon fuertes ondas expansivas alrededor del vehículo, que viajaba a casi 20,900 kilómetros por hora, lo que ocasionó que se volteara abruptamente”.
Cuando ocurrió la “anomalía”, una computadora de seguridad ralentizó la velocidad de la nave y se estrelló en el océano Pacífico, donde es probable que se haya convertido en un arrecife artificial.
El objetivo del proyecto es crear una aeronave que pueda volar a cualquier parte del mundo en menos de una hora para disparar a un objetivo. La nave de prueba se lanzó desde un cohete Minotaur IV de la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California, Estados Unidos, luego se separó del cohete y reentró a la atmósfera sobre el Pacífico.
A una velocidad de 20 mach, la fricción del aire circundante expone a la nave a temperaturas mayores a los 1,925 grados Celsius.
DARPA dice que un grupo de expertos independientes dijeron que no habrían podido predecir el accidente. “La información del segundo vuelo reveló que, al extrapolar los regímenes de vuelo conocidos, y confiando sólo en modelos térmicos avanzados y pruebas en tierra, no era posible predecir el daño real de la velocidad de 20 Mach en un vuelo atmosférico”.
La prueba realizada en 2010 también terminó con el desplome de la nave en el Pacífico. A pesar de los problemas, DARPA dice que aprendió mucho de la prueba realizada en agosto.
“Incorporamos con éxito en el segundo vuelo el conocimiento aerodinámico que obtuvimos del primer vuelo”, dijo el Mayor Chris Schultz, gerente del programa. Y agregó que vuelos futuros incorporarán lo que se aprendió en la segunda prueba de vuelo.