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El servicio pionero del mundo virtual Minitel llega a su fin en Francia

Consideradas como una alternativa a internet en los noventa, las terminales dejan de funcionar este 30 de junio
dom 01 julio 2012 12:36 AM

Minitel, una tecnología francesa pionera que se desarrolló en la década de 1980 y que se popularizó en los años siguientes gracias a los foros para adultos y otros sitios de contactos, dejará de funcionar este domingo, desplazada por la democratización de internet.

La pequeña terminal similar a una computadora de aspecto vintage —con pantalla, teclado y conexión a un teléfono— fue un avance tecnológico que marcó a toda una generación en Francia, un orgullo telemático nacional que no supo seducir al público internacional para competir con internet.

Ese hermano mayor de la web que llevó la batuta durante los primeros pasos de la digitalización en Francia se ha doblegado treinta años después ante su obsolescencia.

"Aunque el Minitel todavía tiene volumen de negocio, su uso y tráfico están en claro descenso. Se dirige hacia una muerte natural", explicaba en 2011 un vocero de Orange, marca bajo la cual opera France Telecom, el padre de esta creación.

Casi desconocido fuera de Francia, salvo por sus vecinos belgas, Minitel era un dispositivo simplificado al máximo para ser accesible a un público más amplio. Era un híbrido entre un primitivo internet y los servicios de teletexto.

El usuario introducía un código numérico seguido de varias letras para conectarse a una página y pagaba en función del tiempo de visita a través de una pantalla pixelada en la que podían reservar boletos de tren o de avión, consultar sus cuentas bancarias u horóscopos y, sobre todo, introducirse en páginas de contactos y encuentros sexuales como 3615 Ulla, una de las más populares.

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La aventura de Minitel nació en los laboratorios de France Telecom en la década de 1970. El sistema despegó definitivamente en 1982.

Su popularización, arropada por la instalación gratuita de terminales subvencionados conectados a la red central Transpac, tuvo mucho más éxito que los experimentos británicos (Ceefax) o alemanes (Bildschirmtext), aunque no pudo competir con la metamorfosis de la estadounidense Arpanet, antecesor de internet.

Minitel vivió su apogeo hacia 1996, cuando hasta nueve millones de hogares y empresas francesas disponían de una terminal a través de la cual 25 millones de usuarios disfrutaban de los 26,000 servicios que ofrecían 10,000 operadores.

"La panadera de Aubervilliers sabe perfectamente pedir información a su banco por Minitel mientras que la panadera de Nueva York es incapaz de hacerlo", decía en 1997 el entonces presidente francés, Jacques Chirac, para defender una tecnología made in France que ya se veía amenazada por la democratización de las páginas web.

El sistema llegó a generar un volumen de negocios de 1,200 millones de dólares al año y enriqueció a varios empresarios por el camino, pero cayó progresivamente hasta casi 38 millones de dólares de facturación en 2010, al tiempo que grandes empresas francesas como la aerolínea Air France o la ferroviaria SNCF iban desactivando sus servicios.

La curva del declive se hizo más pronunciada cuando pasó de 90 millones de horas de conexión al año a solo 1.5 millones, por lo que se programó su desaparición en septiembre de 2011, aunque se retrasó hasta la medianoche del 30 de junio de 2012, hora de su desconexión definitiva.

Aún existen 600,000 terminales en funcionamiento que dan cobertura a cerca de dos millones de usuarios que ahora deberán elegir entre conservar ese objeto de culto, o hacerlo llegar a Envie 2E, una empresa de Toulouse, en el sur de Francia, que se encarga de destruir y reciclar las últimas terminales del Minitel.

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