Los desechos espaciales podrían dañar naves en órbita
La posibilidad de que una nave quede varada en órbita tras chocar con un trozo de basura espacial "podría llegar a ocurrir" si los niveles de residuos continúan aumentando, aseguró este miércoles la Agencia Espacial Europea (ESA).
De los más de 6,000 satélites lanzados desde el comienzo de la era espacial, menos de 1,000 se mantienen operando, mientras que el resto ha vuelto a entrar en la atmósfera o está abandonado en órbita.
Esa situación implica un alto riesgo de generar nuevos fragmentos de basura espacial si sus baterías o el combustible que queda en sus depósitos llegasen a explotar.
Un tornillo de dos centímetros que sobrevuele la Tierra a una velocidad de 7.5 kilómetros por segundo tiene un "diámetro letal" suficiente como para destruir un satélite, según la ESA.
Incluso si ya no se lanzaran más satélites, las simulaciones muestran que los niveles de fragmentos en órbita seguirán aumentando.
En ese contexto, la ESA puso en marcha su iniciativa Clean Space para investigar métodos que contribuyen a minimizar el impacto medioambiental de las actividades espaciales europeas, con la intención de disminuir la generación de residuos tanto en la Tierra como en el espacio.
La obligación de la ESA es “dejar el espacio a las próximas generaciones tal y como lo encontramos: Impecable", dijo el director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain.
Clean Space es una nueva forma de diseñar todos los programas de la ESA, que incluye controlar el impacto de las tecnologías espaciales sobre el medio ambiente, desde su diseño y fabricación hasta su eliminación al final de su vida útil.
Entre los nuevos procesos industriales que se incluyen en esta filosofía están métodos como el de soldadura por "fricción-agitación", que permite utilizar menos materiales y menos energía para producir resultados de mayor calidad.
La NASA dio a conocer en enero pasado que movería la Estación Espacial Internacional para evitar el impacto de un fragmento de satélite de 10 centímetros , el cual pertenecía al satélite de comunicaciones Iridium.
Los desechos en el espacio ya han destruido satélites , de acuerdo con un informe de 180 páginas del Consejo Nacional de Investigaciones.
La basura especial la forman equipo abandonado, estructuras de cohetes y otros escombros.