Diseñadoras suecas crean un casco 'invisible' para los ciclistas
¡Oigan, ciclistas! ¿Quieren verse mejor mientras montan en sus bicicletas sin evitar el inconveniente de un cráneo roto?
Entonces dos diseñadoras suecas tienen el casco perfecto para ustedes, en caso de que estén dispuestos a pagar 600 dólares y de no tener miedo de verse como un airbag andante si se caen.
El casco Hovding es considerado el casco invisible. El accesorio empezó en 2005 como un proyecto de maestría en diseño industrial.
Usando giroscopios, acelerómetros y otros sensores electrónicos, el Hovding puede percibir un choque y luego inflar inmediatamente una bolsa de aire que rodea la cabeza del ciclista.
En su página web, Anna Haupt y Terese Alstin dijeron que empezaron a desarrollar la idea cuando en Suecia se aprobó la ley que exige a todos los menores de 15 años usar un casco cuando monten bicicleta.
La ley hizo que se hablara de que todos los ciclistas, no solo los niños, deberían usar un casco, algo considerado por las diseñadoras como un atentado contra la moda.
“Para personas como nosotras, que no morirían usando un casco de poliestireno, la idea de que seríamos obligadas a usar un casco por ley era causa de preocupación”, dijeron en una publicación en su página.
“Producir un casco de bicicleta que a las personas sí les gustaría usar parecía algo mejor que asumir la legislación”.
El cuello protector está ahora disponible con la opción de dos tipos de cascos: uno negro y otro de un diseño multicolor.
Ambos son modelados en el sitio de Hovding por una mujer muy chic (quien, hay que decirlo, usa valientemente el casco completamente inflado). Más diseños están en camino.
Cuando los sensores son activados, una bolsa de nylon se llena con gas helio. Las creadoras dicen que solo toma una décima de segundo inflar completamente el casco.
El Hovding (cacique, en sueco) también incluye una “caja negra” que graba 10 segundos de información sobre los movimientos del ciclista antes y durante el choque.
Las diseñadoras piden a los usuarios que les envíen la caja después de los accidentes, para que puedan seguir refinando y mejorando el casco.
En el proceso, Haput y Alstin han aprovechado la ayuda de un especialista en traumas cerebrales y han recibido millones de dólares para financiación de parte de inversionistas.
Así que ahora la pregunta es: ¿alguien comprará esto?
Al menos por ahora, el precio puede ser un obstáculo. El casco y el cuello tienen un costo cercano a los 600 dólares.