Científicos crean un laboratorio que reproduce huracanes categoría 5
La Pared de viento es el primer laboratorio de investigación capaz de simular un poderoso y devastador huracán con vientos de más de 252 kilómetros por hora y fue inaugurado este martes por un grupo de científicos de Estados Unidos para analizar cómo mejorar las edificaciones para que resistan el impacto de ciclones.
Con 8,400 caballos de fuerza, 12 ventiladores industriales de 1.8 metros de diámetro que integran el sistema pueden reproducir la intensidad letal de un huracán de categoría 5, la máxima en la escala de intensidad Saffir-Simpson , acompañado por torrenciales lluvias.
El Centro de Investigación de Huracanes de la Universidad Internacional de Florida presentó "por primera vez al mundo" la Pared de viento (WoW, por sus siglas en inglés), usada para probar la resistencia que tienen diversas estructuras como casas residenciales, almacenes y postes de electricidad.
La presentación tuvo lugar en vísperas del vigésimo aniversario del paso del huracán de categoría 5 Andrew por el sur de Florida el 24 de agosto de 1992.
La demostración inaugural consistió en exponer dos pequeñas estructuras al impacto de los vientos y la lluvia para comparar los daños causados por un ciclón, recreado en un ambiente controlado.
Una se edificó con el código de construcción que existía cuando el huracán Andrew arrasó el sur de Florida y la segunda con los requerimientos que fueron implementados después de ese ciclón.
En una sala contigua a la demostración y mediante una transmisión en directo de cámaras de alta velocidad, se escuchó cómo los vientos comenzaron a rugir a medida que el sistema simulado se fortalecía hasta transformarse en un catastrófico huracán y luego se observó la lluvia intensa que arrastraba consigo.
Mientras más intensos eran los vientos, más daños sufría el techo de la primera edificación y al final de la prueba quedó totalmente destruido. La segunda tuvo impactos, pero menores.
"En muchas maneras esto es parte del legado de Andrew. Aquí recreamos a Andrew en un ambiente controlado para poder ayudar a mitigar los daños en nuestra comunidad y en aquellas que están en el sendero de los huracanes en Estados Unidos y en el mundo", dijo el director del Laboratorio de Ingeniería de Viento de la Universidad Internacional de Florida (FIU), Arindam Chowdhury.
Andrew causó 26 muertos en Bahamas, el sur de Florida y Luisiana y daños por 26,500 millones de dólares, de los que 25,000 millones correspondieron solo a la península floridana, según el Centro Nacional de Huracanes (IHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El vicepresidente de investigaciones de la FIU, Andrés Gil, dijo que varias empresas privadas ya han acudido al laboratorio para hacer pruebas de diferentes materiales de construcción y el gobierno estadounidense ha probado allí casas que "colocaron en Haití tras un huracán".
En el sur de Florida se reportó la destrucción de 25,524 casas, mientras que 101,241 sufrieron daños y el 99% de las casas móviles quedaron totalmente destruidas en 1992.
Andrew es el tercer huracán más costoso después de Katrina , en 2005, e Ike , en 2008, y ocupa la misma posición como uno de los tres únicos ciclones que han tocado tierra como categoría 5 en Estados Unidos, luego de un huracán sin nombre que se abalanzó sobre los cayos de Florida en 1935 y de Camille, en 1969.
Tras su estela de destrucción en el condado de Miami-Dade, el estado mejoró su código de construcción, que incluye dotar a las edificaciones con láminas de metal para puertas y ventanas a fin de ser utilizadas durante tormentas o huracanes o colocarles vidrios resistentes a impactos.