Felix Baumgartner rompe récords con un salto desde el 'filo del espacio'
Felix Baumgartner aterrizó a salvo este domingo después de romper varios récords con un salto desde el 'filo del espacio' exterior.
“Lo logró, lágrimas de alegría en el control de la misión”, dijo uno de los operadores durante la transmisión en internet.
El exmilitar austriaco dejó la cápsula suspendida por un globo de helio a poco más de 39,000 metros , más alto que cualquiera que lo haya intentado antes que él.
Unos minutos después de saltar, abrió su paracaídas y cayó hacia el suelo de Nuevo México, en donde al aterrizar se hincó y levantó los brazos. Luego se levantó, sonrió y abrazó a los miembros de su equipo.
Tal vez no haya roto el récord de la caída libre más larga. El equipo informó durante el salto que Baumgartner no “rompió el récord de tiempo” antes de activar su paracaídas. Y su mayor velocidad estimada fue de 1,173 kilómetros por hora.
“El mundo entero está observando”, dijo Baumgartner antes de saludar y saltar.
El equipo de control rompió en aplausos cuando tocó el suelo.
Con nada más que un traje y un casco de astronauta, y un paracaídas, Baumgartner espera ser la primera persona en romper la barrera del sonido sin la protección de un vehículo.
Antes de saltar, estableció un récord por permanecer en la mayor altitud conseguida por un globo aerostático, más de 39,000 metros.
A esa altura, más de tres veces la alcanzada por un vuelo comercial promedio, el aire ligero ofrece tan poca resistencia que solo después de 40 segundos, se esperaba que alcanzara los 1,100 kilómetros por hora.
Baumgartner, conocido como El temerario Felix, se preparó con “trabajo duro”, dijo su entrenador Andy Walshe a reporteros esta semana.
Ascendió en una cápsula suspendida de un balón de helio. Luego abrió la escotilla, salió, y se lanzó del bordo con un pequeño salto de conejo, y se encogió en posición “delta” para maximizar su aceleración.
El plan era realizar el recorrido en menos de cinco minutos, luego desplegar el paracaídas para el tramo final de casi 1,500 metros hasta la tierra.
El intento presentó varios riesgos serios. Él y su equipo habían practicado cómo evitar quedar atrapado en un peligroso “giro horizontal”. Su vida también dependía de la integridad de su traje presurizado, debido a las temperaturas gélidas y a que la atmósfera en esa altura podía ser tan delgada que vaporizaría su sangre.
Baumgartner es un piloto de helicópteros austriaco y exsoldado. En su carrera ha saltado desde lugares emblemáticos del mundo como las Torres Petronas de Malasia, el Cristo Redentor de Río de Janeiro y la Torre Mayor de la Ciudad de México.