El 78% de los internautas mexicanos usa una computadora para ver la TV
Internet se ha convertido paulatinamente en una de las fuentes más importantes para el consumo de video.
El internauta promedio en el país pasa 4.2 horas diarias en la red, el doble de lo que pasa mirando televisión abierta, según datos del IAB, organismo que agrupa anunciantes y agencias de publicidad que usan internet.
Al momento de ver televisión en línea, los mexicanos no usan, tablet, smartphones ni sofisticados televisores inteligentes. De hecho, para ver televisión por la red, nada como una computadora personal.
“Las ideas preconcebidas que tenemos sobre el consumo legal de televisión por internet en el país, no corresponden con la información que poseemos”, según el director de mercadotecnia de la empresa mexicana de televisión por internet Yuzu, Ricardo Ortiz, quien habló durante el evento NexTV Summit Mexico & Central America el 4 de octubre.
Usos y costumbres
Los patrones de uso registrados por Yuzu —que tiene la capacidad de identificar el tipo de dispositivo desde donde se descargan sus contenidos— muestran que la gente todavía usa la computadora para ver televisión por internet.
“Si sumamos los dispositivos que usan alguna variante de Windows y los que usan el sistema OS X —desarrollado por Apple para computadoras de escritorio— tenemos que el 78% de los usuarios usan una computadora para ver la televisión”, explicó.
Si se suma la porción correspondiente al 17% de productos de Apple ; 2.7% de Android, y 0.1% de Blackberry; casi una quinta parte utiliza aparatos móviles. El resto proviene de aparatos como consolas Playstation o aparatos de los que no se tiene información.
En cuanto a los televisores inteligentes, aunque datos del Inegi indican que 33% de los televisores tienen alguna capacidad para recibir señales digitales, según Ortiz menos del 1% de los televisores en realidad tienen algún tipo de conexión a internet.
Señal con retraso
Otra situación propia del mercado mexicano legal de televisión por internet es que los estrenos provenientes de otros países siempre llegan tarde. Participantes de la industria señalan que una película o serie puede tomar hasta dos años desde su estreno hasta llegar a la pantalla de los suscriptores de estos servicios, aunque ésta situación sucede porque son los últimos de una fila muy larga.
“El espacio de tiempo disponible para proyectar un contenido (llamado en la industria ‘ventana’) se negocia con el productor del contenido y la ‘ventana’ que nos dan es la última, después de que la película ya se ha exhibido en cines, luego en formato DVD, en servicios de entretenimiento para aviones y hoteles, posteriormente por canales de televisión de paga, por televisión abierta”, dijo Susan Rivera, directora de contenidos de Total Media Networks, una empresa de películas por internet, parte de Televisión Azteca, cuestionada por CNNMexico durante el evento.
Aunque cada negociación se realiza de manera independiente, diversos participantes en la naciente industria de la televisión por internet señalan que un estreno puede tomar hasta dos años desde su estreno en cine hasta llegar a sus suscriptores.
“La gente tiene cada vez menos tolerancia a las limitaciones de contenido, quieren ver programas y películas por internet el día de su estreno, sin importar si esto ocurrió en los Estados Unidos, México u otro país”, reconoció Marcel Fenes, director a nivel mundial de la firma de auditoría PwC, en entrevista con CNNMexico durante el lanzamiento del Global Entertainment and Media Outlook 2012-2016, el 4 de octubre.
Imagen de fondo
Para Ricardo Ortiz “hemos detectado que la gente utiliza la televisión por internet un poco de manera semejante a la televisión abierta, es decir, como una suerte de ruido de fondo que se coloca para llenar un espacio vacío”.
Y curiosamente, en el gusto de lo que ven los mexicanos, hay diferencias, “los canales más vistos en este sistema son los de televisión abierta, seguidas por nuestra oferta de canales para adultos”, precisó Ortiz de Yuzu.
Quizá en internet seguimos siendo los mismos televidentes, pero usando pantallas diferentes.