Qué tecnología necesitas para hacer un salto hipersónico 'quasiespacial'
Para los programas de televisión que graban la realidad en alta tecnología, será difícil superar el fascinante salto desde la estratosfera que el temerario austriaco Felix Baumgartner realizó el domingo.
Requirió valor y destreza, ciertamente. Pero la tecnología desarrollada para asegurarle un buen viaje al espacio exterior, y luego permitirle desplomarse con seguridad de vuelta a la Tierra, también merece algo de crédito.
Desde la cápsula única de Red Bull Stratos y el traje espacial presurizado diseñado específicamente para el salto, hasta el paracaídas “inteligente” apto para desplegarse si Baumgartner se salía de control , el salto estrenó tecnología que, según los organizadores, podría contribuir a varias áreas de la ciencia .
Te presentamos un vistazo a algunos de los gadgets más interesantes utilizados durante el salto que rompió varios récords :
La cápsula
Con 1,300 kilogramos, la cápsula Stratos pesa ligeramente más que un Beetle moderno, de Volkswagen.
Está hecha de una “esfera de presión” de resina epoxi y fibra de vidrio, el mismo tipo de aleación de metal (cromo-molibdeno) usado en automóviles de carreras para crear un escudo de fibra de vidrio aislado con espuma, que protegió a Baumgartner de temperaturas tan bajas como -56.6 grados centígrados y una base cubierta de almohadillas diseñadas para soportar 8 Gs (8 veces la fuerza de gravedad) de presión de impacto.
El traje
Los ingenieros del proyecto dicen que el uniforme estilo traje espacial de Baumgartner puede servir como un modelo para el futuro de los viajes y la exploración espacial.
El traje completamente presurizado fue probado para soportar temperaturas tan altas como 37.7 grados centígrados y, más importante en el caso de Baumgartner, tan bajas como -67.7 grados Celsius.
¿Por qué eran importantes los 1.5 kilogramos de presión en el traje? Porque, según el equipo Stratos, los tejidos en el cuerpo de Baumgartner podrían haberse convertido en gas y expandido mientras estaba más arriba de los 18 kilómetros. Nada bueno.
Sin embargo, los aspectos más innovadores del traje podrían ser los detalles diseñados para dar movilidad y visión. Un paracaidista necesita poder moverse más rápidamente que, digamos, un astronauta atado a la parte exterior de la Estación Espacial Internacional .
El traje Stratos fue modificado para permitir más movilidad y un sistema de espejos aumentó la visibilidad. Un control del tamaño de un puck de hockey está programado para ajustar la presión con base en la altitud del traje y un nuevo tipo de candado en forma de anillo que puede rotar unió el casco y los guantes al resto del traje.
El casco de Baumgartner era un molde de 3.6 kilogramos unido a un par de cilindros de oxígeno durante su descenso. Su visor estaba equipado con una unidad de calor integrada para prevenir el empañamiento y la formación de hielo.
Mochila en el pecho
El centro neurálgico del equipo de Baumgartner fue una mochila en el pecho que almacenaba la mayoría de los gadgets de alta tecnología que necesitaba para completar y documentar el salto.
Los registradores de datos dentro de ella reportaron su altitud, velocidad y ubicación al centro de control para ayudarlos a monitorear su progreso y paradero. La mochila también contenía una guía GPS para facilitar la tarea de encontrarlo.
El transmisor y receptor de voz conectados a su casco estaban en la mochila del pecho, así como una cámara alta definición con una vista de 120 grados.
Cámaras
Esa cámara en la mochila en el pecho no era la única dedicada a documentar el histórico salto.
Varias cámaras fotográficas y de video fueron diseñadas específicamente para la misión de Jay Nemeth de FlightLine Films. Nemeth es uno de los pocos fotógrafos con experiencia filmando en gravedad cero, incluyendo una sesión con el astronauta del Apollo 11, Buzz Aldrin.
Había nueve cámaras de alta definición en la cápsula: tres cámaras fijas de alta resolución y tres cámaras digitales de cinematografía con resolución óptica de 4,000 x 2,000 pixeles. Además de la cámara en la mochila en el pecho de Baumgartner, también tenía una unida a cada muslo.
Las cámaras fueron modificadas para las necesidades únicas de la misión; desde cubiertas presurizadas llenas de nitrógeno para protegerlas de temperaturas extremas hasta filtros especiales para protegerlas del brillo del sol en esa altitud (fabricantes del iPhone 5, tomen nota).
Paracaídas y aterrizaje
¿Cómo pudo Baumgartner controlar dónde aterrizar?
Para empezar, el paracaidista permaneció dentro de la atmósfera de la Tierra, así que nunca tuvo que rendir cuentas por el planeta rotando bajo él. Su equipo esperó que se dieran las condiciones meteorológicas ideales , cuando había menos vientos de gran altitud que pudieran haber causado que su globo se fuera a la deriva.
Y una vez que desplegó su paracaídas, a menos de 3.2 kilómetros sobre la Tierra, Baumgartner pudo dirigirse a un lugar de aterrizaje abierto y plano, unos 37 kilómetros al este de donde el globo había despegado varias horas antes. Una guía dentro de su traje permitió que su helicóptero de rescate lo siguiera.
El paracaídas en sí es una maravilla tecnológica que tardó cinco años en volverse de proyecto a realidad.
Es el primer paracaídas personal utilizado para una caída a velocidad supersónica y pesa 27 kilogramos, equivalente a tres paracaídas regulares .
Incluye un “paracaídas de frenado” que se podía desplegar si Baumgartner comenzaba a girar fuera de control. Baumgartner llevaba, en uno de sus guantes, un botón que, al presionarlo durante tres segundos hubiera causado que el paracaídas se abriera. Ese paracaídas (que está separado del paracaídas regular de emergencia) también se habría desplegado si hubiera sido afectado por altos niveles de presión inesperados durante más de seis segundos.
Su equipo especial también incluía un botón para cortar el paracaídas de emergencia. Aunque solo sería un inconveniente para muchos paracaidistas, si el paracaídas de emergencia de Baumgartner accidentalmente se desplegaba a una altitud alta, podría haber reducido su velocidad tanto que se hubiera quedado sin oxígeno.