La votación electrónica, una preocupación más en la elección en EU
En una era donde los hackers pueden robar archivos secretos del gobierno y de grandes corporaciones con aparente facilidad, hay una pregunta inevitable conforme el día de elecciones en Estados Unidos se acerca: ¿los votos podrían estar en riesgo?
De acuerdo con expertos en seguridad de votos, la respuesta puede resumirse como: hay razones para preocuparse y falta trabajo por hacer , pero en general, el voto electrónico está mejor que hace cuatro años.
“Los sistemas de votos son más resistentes, más aptos para un conteo, basados en evidencias y eso es algo bueno”, dijo Pamela Smith, presidenta de la Verified Voting Foundation (Fundación Votación Verificada). “Estamos mejor, por un amplio margen, que hace un par de ciclos de elecciones y también estamos mejor que en la elección pasada”.
“Vemos mejorías, pero aún vemos inmensos desafíos”, agregó.
Desde que existen las elecciones ha existido la manipulación de votos. Recientemente un grupo de arqueólogos descubrió un escondite con 190 fragmentos rotos de cerámica que parecen haber sido utilizados por antiguos atenienses para una votación en 471 a.C. En 2012, los defensores de la seguridad del voto están preocupados por los bits y bytes almacenados en las urnas electrónicas que millones de estadounidenses utilizarán para emitir su voto.
Más de 45 millones de votantes estadounidenses, o uno de cada cuatro, irá a las urnas y emitirá su voto en una máquina que almacena los votos electrónicamente, pero no crea una boleta en papel, según Verified Voting.
Seis estados (Delaware, Georgia, Louisiana, Maryland, Nueva Jersey y Carolina del Sur) utilizan esas máquinas exclusivamente y también son utilizadas por una “fuerte mayoría” de votantes en otros cinco estados, incluyendo algunas entidades de batalla presidencial como Pensilvania y Virginia. Algunas de estas máquinas sin papel también se utilizan en los estados clave de Ohio, Florida y Colorado, donde se espera que la carrera presidencial sea cerrada.
Rastros de papel
Aquí está el problema, dicen los defensores: Cuando no hay una boleta física, se vuelve casi imposible determinar si ha habido manipulación, o algún otro tipo de irregularidades, en una elección cerrada.
“Si se prevé que la elección será una victoria arrolladora, y luego así es, entonces realmente los problemas que nos preocupan no son la gran cosa, porque todos saben que la elección resultó como se suponía”, dijo Avi Rubin, profesor de Ciencias Computacionales en la Universidad John Hopkins, en Estados Unidos, quien se especializa en seguridad computacional.
Pero en casos como la carrera presidencial Bush-Gore, que en el año 2000 resultó con márgenes mínimos, “muchos de los partidarios demócratas sintieron que les robaron la elección. Es una situación que puede resultar de una elección muy, muy cerrada”.
Irónicamente, las máquinas electrónicas por las que los expertos se preocupan ahora son una reacción a Florida 2000, donde se presentó el problema de las llamadas butterfly ballots, boletas donde los candidatos eran desplegados en ambos lados y en medio había una fila de marcas numeradas para perforar, cuya colocación confundió a varios votantes. En una pesadilla para los funcionarios de las elecciones, esa carrera presidencial terminó en controversia, y la Corte Suprema de Estados Unidos adjudicó el estado, y la presidencia, a George W. Bush.
Errores de máquina
Los analistas dicen que, con la votación electrónica, la única opción en caso de dudas es dejar que el mismo sistema computacional que contó los votos la primera vez vuelva a contarlos.
La primera preocupación con estos sistemas es una falla mecánica o un error humano. En una elección en 2006 en Florida , en la que las máquinas no registraron votos de 18,000 boletas en una elección para el Congreso.
En la elección de 2004 en Carolina del Norte, una máquina sobrecargada perdió 4,500 votos , afectando una votación para un cargo público local que fue decidida por menos votos que esos.
“Imagina cuán nervioso estarías si la única copia de tu trabajo final estuviera en un disco en algún lugar”, dijo Rubin. “Ahora, hablamos sobre un montón de votos que están en un cartucho en algún lado. Incluso antes de que nos preocupemos por la manipulación, tenemos que preocuparnos por la pérdida accidental”.
Hackeo de votos
Aunque no hay casos documentados de juego sucio, los expertos dicen que el potencial de hackeo es muy real.
“Sería un proyecto simple de programación de nivel preparatoria”, dijo Rubin. “He visto el código. La gran mayoría del código ya está en internet. Puedes ver exactamente cómo codificar una boleta. Alguien con una capacidad competente de programación de nivel preparatoria podría hacerlo. Definitivamente cualquier programador experimentado podría hacerlo”.
Dijo que, con 20 dólares de hardware y un clip, pueden cambiarse los datos de una máquina de votación estándar con pantalla táctil, un hecho más preocupante ahora que los votos tempranos están en máquinas almacenadas en escuelas, iglesias y otros lugares de votación durante semanas antes del día de la elección.
Desde 2003 un equipo de investigadores contratados por el estado de Maryland reportaron que las urnas electrónicas del fabricante Diebold mostraban "alto riesgo de resultar comprometidas". Sus hallazgos, según un reporte de los institutos de Tecnologia de California (CalTech) y Massachussetts MIT , incluyó que todos los sistemas de votación de la compañía utilizaba exactamente la misma llave encriptada secreta.
Después de una ola de publicidad negativa, incluyendo un documental de HBO en 2006 llamado Hacking Democracy (Hackeando la democracia) que exploró la vulnerabilidad de sus máquinas electrónicas de votos, Diebold quitó su nombre de sus sistemas de votación en 2007 y luego fue comprado por otra empresa. Afortunadamente, dicen los críticos, estos problemas ahora son minimizados en múltiples frentes.
¿Más seguridad?
Los funcionarios de las elecciones están casi universalmente conscientes de los riesgos de seguridad que presenta la votación electrónica, dicen observadores como el profesor de Ciencia Política de CalTech, en Estados Unidos, R. Michael Alvarez.
“Hay problemas de seguridad asociados con las máquinas electrónicas de votación, al igual que con los dispositivos que leen las boletas… en muchos casos, esos tipos de vulnerabilidades de seguridad son relativamente bien conocidos en este punto”, dijo Alvarez, cuya investigación incluye la tecnología de votación.
“Muchos han sido estudiados, aunque ciertamente pueden surgir nuevas vulnerabilidades”, dijo.
Con la mirada en el futuro, los funcionarios de elecciones en todo Estados Unidos han dejado de comprar máquinas que no crean un rastro en papel, con un regreso a máquinas ópticas o de escáneres digitales que utilizan boletas de papel que son la alternativa preferida.
Algunos estados están reequipando máquinas electrónicas de votos con hardware que también crea una boleta de papel. Smith dijo que han pasado aproximadamente siete años desde la compra significativa más reciente de máquinas de votos únicamente electrónicas en Estados Unidos.
“No siempre lo más nuevo y brillante es lo mejor y, en las votaciones, eso tiende a ser particularmente cierto”, dijo.