La votación en línea, un proceso lejano para Estados Unidos
El voto en línea es popular y cada vez más ampliamente utilizado en muchos países como Canadá y Estonia, pero no en Estados Unidos. Los estadounidenses no pueden esperar elegir a su presidente por medio de su laptop o iPad, al menos en el corto plazo.
La batalla sobre si debe digitalizarse el proceso de votación se ha vuelto una guerra en Estados Unidos, mientras países como Canadá, Noruega y Australia cada vez más adoptan sistemas en línea. Los defensores dicen que lo digital impulsará la participación de los votantes, mientras que los pesimistas citan al hackeo y otras amenazas de seguridad como riesgos demasiado grandes .
“Es un mundo tan distinto al de hace 20 años y, sin embargo, muy poco ha cambiado en nuestro proceso de votación”, dice Rob Weber, un exprofesional de tecnologías de información en IBM, quien comenzó el blog Cyber the Vote en 2010.
Como muchos partidarios de la votación en línea, Weber señala que muchos estadounidenses jóvenes no votan. Llevar el proceso de votación a un formato con el que están familiarizados, como un sitio web en una PC, una tableta o incluso un teléfono móvil, vencería a la “brecha de entusiasmo”, dice.
Pero ese argumento no ha sido suficiente para poner de moda la votación en línea. Weber culpa de ello directamente a los funcionarios electorales que, dice, no están interesados en cambiar el status quo.
“Encuentran a la votación en línea culturalmente desagradable”, dice Weber. “Plantean situaciones teóricas de hackeo para provocar miedo en las personas del concepto de cambio. Y desafortunadamente funciona”.
Los investigadores de seguridad no creen que estas preocupaciones sean solamente teóricas. Michael Coates, director del Proyecto de Seguridad de Aplicación de la Web Abierta (OWASP, por sus siglas en inglés) y director de aseguramiento de seguridad en el fabricante de Firefox, Mozilla, dice que los hackers atacarán todo lo que valga la pena hackear .
“Está garantizado que este sistema [la votación en línea] seguramente sería atacado”, dice Coates. “Todos los sistemas importantes, desde los financieros hasta los del gobierno, enfrentan a hackers hábiles. Hay fallas de seguridad en cada sistema; es una cuestión de cómo las detectas y respondes a ellas”.
En particular, las PCs caseras son susceptibles a una gran variedad de ciberataques que podrían ser utilizados para alterar el voto de un usuario.
“Hasta que podamos eliminar confiablemente el malware y los virus (y quién sabe cuándo será eso), es difícil considerar un sistema en el que votemos desde las computadoras de nuestras casas”, dice Coates.
Estas cuestiones han aplastado algunos intentos en el pasado de votación en línea en Estados Unidos.
En 2004, el Ejército de Estados Unidos hizo pruebas con el Registro Electrónico Seguro y Experimento de Votación (SERVE, por sus siglas en inglés), que habría permitido a los militares que están en servicio en el extranjero votar en línea en la elección general. Pero el secretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, desechó el plan después de que varios estudios patrocinados por el gobierno advirtieron que había extensas fallas de seguridad.
Otra falla muy citada vino en 2010, cuando en la ciudad de Washington, D.C., se realizó un proyecto piloto para permitir que los votantes en el extranjero o de la milicia descargaran y devolvieran absentee ballots (boletas para votantes en el extranjero que tradicionalmente son enviadas por correo) por internet.
Antes de abrir el sistema a los votantes reales, la ciudad invitó al público a demostrar si el sistema era vulnerable a ser hackeado.
Y lo fue, sólo 36 horas después de que comenzó a operar.
Un equipo en la Universidad de Michigan en Estados Unidos “encontró y explotó una vulnerabilidad que nos dio el control casi total del software del servidor, incluyendo la capacidad de cambiar los votos y revelar las boletas secretas de los votantes”, escribió el profesor J. Alex Halderman en una publicación de un blog sobre el hackeo.
“Algún día podría ser posible construir un método seguro para entregar boletas en internet, pero por ahora, se debe asumir que esos sistemas son vulnerables con base en las limitaciones de la tecnología de seguridad de hoy”, escribió.
Esas debacles de alto perfil son un obstáculo difícil para las empresas de votación en línea como Everyone Counts , dice la CEO de la empresa con sede en California, Lori Steele. “El problema con el hackeo de Washington es que fue un sistema menos que mediocre dirigido por personas que no tenían experiencia”, dice Steele.
Everyone Counts ha llevado a cabo elecciones en línea para contiendas locales y municipales en Reino Unido y Australia, además de varias localidades en Estados Unidos como Virginia Occidental, Honolulu, El Paso, Chicago y el estado de Washington.
Everyone Counts utiliza “encriptación de grado militar” para sus boletas, y también puede proporcionar un rastro de papel para los clientes que lo deseen, dice Steele. Una política de “código transparente” permite que cualquier cliente inspeccione el código fuente de la empresa.
“Además, las personas hablan sobre el papel como si fuera el Santo Grial de la seguridad, pero eso está muy alejado de la realidad”, dice Steele. La mayor limitación de las boletas de papel fue exhibida la semana pasada, cuando el huracán Sandy diezmó partes del noreste de Estados Unidos. La destrucción de la tormenta aisló a muchos votantes de su centro de votación programado.
El sábado, Nueva Jersey anunció que las víctimas desplazadas por la tormenta calificarían como “votantes en el extranjero”, lo que significa que pueden votar por correo electrónico o fax .
“No creo que estaremos votando en línea para [la elección general de 2016], pero mi esperanza es que continuaremos tomando pasos lentos y medidos hacia esa eventualidad”, dice Michelle Shafer, directora de comunicaciones de la empresa española Scytl, que ha conducido votaciones en línea en más de 30 países en todo el mundo.
Mientras Estados Unidos toma las cosas con calma, países como Canadá y Noruega continúan con la expansión de la votación en línea.
Dean Smith, presidente y fundador de la firma líder en votación en línea de Canadá, Intelivote , dice que la división entre su país natal y Estados Unidos es enorme. Los sindicatos populares canadienses han utilizado la votación en línea durante años; lo que significa que los usuarios se han acostumbrado al proceso, y las boletas del país suelen ser mucho menos complejas que las de Estados Unidos.