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Un juguete educativo diseñado por un mexicano gana un premio en Alemania

José Gilberto González Méndez desarrolló un juego de piezas que permite crear distintas criaturas, cada una más compleja que la anterior
mié 19 diciembre 2012 01:14 PM

El mexicano José Gilberto González Méndez dejó en el camino a diseñadores de decenas de países que aspiraban a ganar el Premio Braun 2012 de diseño industrial, otorgado en Alemania. Gilberto se llevó el galardón a casa gracias a su juego educativo, Ollin, una mezcla de piezas flexibles y rígidas que permite a los niños construir distintas criaturas, cada una más compleja que la anterior. 

“Es un juguete que puede reinventarse por años a través del niño, y evitará que decenas de otros juguetes sean adquiridos y desechados, esto es bueno para la economía familiar y para el ambiente”, dice Gilberto, de acuerdo con un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

Gilberto es alumno del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI), de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Ollin, que significa movimiento perpetuo en náhuatl, es un juego de construcción inspirado en la evolución de las especies. Cada grupo de piezas permite construir varias criaturas, cada una de ellas más compleja que la anterior, tal como ocurre en un árbol evolutivo. 

El juego está diseñado para que el niño se interese e interactúe con él, dice Gilberto, a quien le notificaron por correo electrónico en junio pasado que estaba entre los 50 finalistas en su categoría. Más tarde le informaron por la misma vía que él era el ganador. 

El Premio Braun 2012 recibió 2,399 diseños de 73 países, de los cuales 1,850 eran de estudiantes. Gilberto ganó en la categoría de estudiantes de Latinoamérica. Otra de las categorías era Profesionales y entusiastas.

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Gilberto está convencido de que el diseño industrial puede servir como medio de divulgación científica. En su opinión, un buen juguete educativo ideal no es descriptivo ni contemplativo sino el que deja al niño más preguntas que certezas. 

“Me encantaría diseñar para contagiar curiosidad, vincularme con otras áreas, ingeniería, museografía, producción audiovisual, porque ya no pienso en productos sino en experiencias”, dice.

Este no es el primer premio que obtiene Gilberto. En 2011, la firma neoyorkina Kikkerland reconoció el proyecto Fossil Eraser, codiseñado por Gilberto y Ariel Rojo. Se trata de un par de borradores que, en la medida en que se van desgastando, dejan al descubierto huesos de dinosaurio escondidos en ellos. Su uso enseña una lección de paleontología, según Kikkerland.

El comunicado de la UNAM no especifica si Ollin será distribuido.

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