El sistema de justicia, ¿el culpable de la muerte de Aaron Swartz?
Seguidores de Aaron Swartz, el activista de internet de 26 años que se suicidó la semana pasada, se reunieron para recordar al prodigio informático el sábado en Nueva York, donde algunos instaron a realizar cambios en el sistema de justicia penal al que culparon de su muerte.
Swartz, quien con 14 años ayudó a crear una primera versión del sistema de alimentación para la web RSS y creía que los frutos de la investigación académica y otras informaciones deberían estar disponibles de forma gratuita para todo el mundo, fue hallado sin vida hace una semana en su apartamento de Brooklyn.
El jefe médico de la ciudad dictaminó que la muerte fue un suicidio por ahorcamiento.
Swartz se enfrentaba a un juicio en el que se le acusaba de haber utilizado las redes de ordenadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts para robar más de cuatro millones de artículos de JSTOR, un archivo en línea y servicio de distribución de periódicos.
El joven, quien también había trabajando en la popular página web Reddit, se había enfrentado a una sentencia máxima de 31 años de prisión y a multas de hasta un millón de dólares.
"Me habló sobre los 4.5 millones de descargas de artículos eruditos y mi primer pensamiento fue: '¿Por qué el MIT no está celebrando esto?'", dijo Edward Tufte, profesor emérito de informática en la Universidad de Yale y amigo de Swartz, recibiendo los aplausos de la multitud que se reunió en Manhattan.
Taren Stinebrickner-Kauffman, pareja de Swartz, criticó lo que describió como la "indiferencia" del MIT hacia esta historia, diciendo que el instituto podría haber actuado para poner fin a su persecución.
El presidente del MIT dijo esta semana que la escuela investiga su papel en el caso Swartz. JSTOR declaró en un comunicado que tuvo una disputa con Swartz en 2011 pero elogió sus "importantes contribuciones al desarrollo de internet".
En el acto de homenaje, al que asistieron cientos de amigos y seguidores, las críticas más fuertes se reservaron para los fiscales de la oficina de Carmen Ortiz, fiscal de Estados Unidos para Massachusetts.
Roy Singham, presidente de ThoughtWorks, una consultora sobre software en la que trabajaba Swartz, denominó el caso "como un abuso de poder estatal" para intimidarle. Pidió una reforma de la Ley de Abuso y Fraude Informático bajo la que Swartz fue perseguido.
La pareja de Swartz dijo que eran demasiadas cosas para soportar.
"Estaba tan asustado y tan frustrado y más que nada, tan cansado, que no creo que pudiera aguantar un solo día más", dijo Stinebrickner-Kauffman.
Ortiz ha defendido las acciones de su oficina, diciendo que los fiscales "asumieron la difícil labor de hacer cumplir una ley que habían jurado defender, y lo hicieron razonablemente".
Dijo que ofrecieron a Swartz un acuerdo por el que tendría que haberse declarado culpable de múltiples cargos de fraude informático y pasar seis meses en un centro de baja seguridad.
Swartz fue recordado como un talento precoz que empezó a dar conferencias sobre tecnología desde la adolescencia y cuyas particularidades incluían ser reacio a lavar los platos y por su gusto hacia alimentos fáciles de digerir como galletas y arroz blanco.
Muchas de las personas que hablaron dijeron que fue la persona más inteligente y curiosa a nivel intelectual que habían conocido, y pidieron a los asistentes que continuaran su trabajo tratando de ampliar el acceso público a cadenas de información y comunicación.
Stinebrickner-Kauffman dijo que a Swartz no le gustaban las grandes ceremonias y habría estado incómodo con algunos aspectos de su propio homenaje.