Mirar una 'app' de mapas, ¿una distracción (para castigar) al conducir?
Una corte de California determinó que es ilegal utilizar aplicaciones de mapas para móviles mientras se conduce un vehículo, una prohibición que invita a analizar cómo las autoridades crean preceptos legales sin ir al fondo del asunto, según un artículo de la revista Time.
Mientras que ya era motivo de infracción el escribir mensajes de texto y realizar llamadas sin manos libres, ahora se añade a la lista de conductas inapropiadas al conducir el consultar las guías como Google Maps o los criticados mapas de Apple mientras se está al volante.
El caso surgió luego de que un juez de California emitió un fallo en el que dijo que utilizar un programa de mapas o GPS es un acto de conducción distraída, lo cual lo convierte en un acto ilegal, de acuerdo con el artículo de Time que cita un reporte de Techdirt .
Una persona fue citada a la corte por “conducir un vehículo de motor mientras utilizaba un teléfono móvil”, una infracción a la ley que el conductor afirmó no debería aplicársele pues solo estaba mirando la pantalla de su dispositivo para guiarse en el camino.
Según el periodista Matt Peckham, de Time, es preocupante la interpretación que se le dio a este asunto, pues en este caso el juez está determinando que el mirar —sin interactuar con las manos— hacia una pantalla es un distractor al conducir.
“Esto en cuanto a mapas, aplicaciones, lo que sea. Basta con sostener el teléfono en sus manos, para todos los intentos y propósitos” para que en California sea interpretado como una falta a la ley, dice Peckham.
De ahí que resulte curioso, dice el autor, que muchos automóviles que cuentan con pantallas de guías GPS o los dispositivos similares que se colocan en el parabrisas como guía no son considerados como ilegales ni distractores para los conductores.
Bajo la definición de distracción, que la Real Academia Española (RAE) dice que es “Cosa que atrae la atención apartándola de aquello a que está aplicada”, el hecho de escuchar música, la lluvia en la calle o los anuncios espectaculares, algunos luminosos y llamativos, estarían distrayendo al conductor de la misma forma, dice Peckham.
“Las legislaturas estatales tienen que andar con mucho cuidado y, en la medida en que esta materia esté justificada en la legislación, proponer leyes arraigados firmemente en la investigación actual, no opiniones sin estudiar a algún legislador”, dice el periodista.