El experimento más antiguo del mundo dará 'una gota' de emoción
En los próximos meses, una gota de una sustancia negra caerá de un embudo de vidrio hacia un vaso de precipitado. Todo el sistema se encuentra dentro de una campana de vidrio y se cree que es el experimento científico más antiguo del mundo.
El experimento de la “gota de brea” empezó en la Universidad de Queensland en Australia en 1927 y está diseñado para demostrar que la brea —que alguna vez se usó para impermeabilizar botes y puede romperse con un martillo— es, de hecho, un líquido. Sin embargo, el avance de la brea por el cuello del embudo es tan lento, que actualmente, 86 años después, apenas se está formando la novena gota.
Aunque observes el experimento durante horas ( cosa que puedes hacer a través de la cámara web de la universidad) no parece estar pasando absolutamente nada. (Es más divertido ver cómo se seca la pintura).
Nadie ha atestiguado la caída de ninguna de las ocho gotas —que ocurre cada década—, ni siquiera el profesor John Mainstone, el científico a cargo del estudio desde 1961.
“Parece que algo ocurrirá en cuestión de meses, pero tal vez podría ser cuestión de semanas”, dijo Mainstone a CNN.
“La gente cree que suelo sentarme junto al experimento día y noche, pero necesito dormir”, dijo, y agregó que normalmente lo revisa entre cinco y seis veces al día y está atento a la transmisión de la cámara web desde su computadora.
En 1979, Mainstone se perdió el momento clave, ya que omitió su visita usual de los domingos al campus; en 1988 se lo perdió por cinco minutos, cuando salió a “buscar una botana”.
Pensó que la última gota —que cayó en el 2000— había quedado grabada en video, pero hubo una falla y no se grabó nada. “Fuimos derrotados de nuevo”.
Sin embargo, lo toma con filosofía: dice que podría perderse la gota con un parpadeo, ya que cae en una décima de segundo.
Con tres cámaras web dirigidas a la campana de vidrio, que se encuentra en un gabinete de vidrio a la entrada de dos salas de conferencias, Mainstone confía en que esta vez el momento quedará capturado electrónicamente, si es que no lo ve in situ.
Thomas Parnell, un profesor de Física de la universidad de Queensland, concibió el experimento como una demostración para su clase.
Calentó una muestra de la brea y la vertió en un embudo de vidrio que tenía el cuello sellado. Tres años después, abrió el cuello y empezó a esperar a que la brea goteara.
Además de arrojar luz sobre las propiedades de los materiales cotidianos como la brea, el experimento también contribuye a obtener una comprensión más profunda del paso del tiempo y ha atrapado la imaginación de científicos aficionados y filósofos, dice Mainstone.
Dice que “una cantidad impresionante de personas” disfrutan de observar la transmisión en vivo y a otros les gusta hacer la peregrinación para verlo.
“La gente me dice: '¿Es un fluido o un sólido?'. Y les digo: 'Tienes que esperar porque está manifestando dos aspectos de la naturaleza'".