Director de cine y explorador marino, James Cameron considera que la relación de la tecnología con el cine es cada vez más cercana. Sin embargo, lo humano de la historia debe sobresalir de la sofisticación técnica.
"No hay que tener un grado de ingeniería para hacer una película en el siglo XXI, sino buenos actores y un gran equipo”, dijo el cineasta canadiense durante su participación en la primera edición del festival TagDF —sobre tecnología, arte e innovación—, en la Ciudad de México.
Frente a al menos 3,000 personas, Cameron dijo que actualmente la alta tecnología es un complemento para la narrativa cinematográfica, la cual ha usado en cintas como Terminator,
Mientras que
En 2009, el director elevó el estándar con Avatar, cinta que con un presupuesto de 237 millones de dólares desarrolló la tecnología para llevar el mundo de los
Esta cinta llevó por primera vez al cine el uso de tecnología CG (Computer Graphics, por sus siglas en inglés), que registra los movimientos de los actores con sensores para generar gestos y movimientos por computadora, además de la tecnología 3D.
Cameron cuenta que pasaron tres años y se invirtieron 2 millones de dólares para que se tuviera lista la primera toma que se usó en la versión final de la película.
“Cuando vi esa toma me relajé”, admitió, frente a su colega
Para el cineasta de 58 años, las grandes inversiones tecnológicas en el cine han dado frutos: Avatar recaudó 2,700 millones de dólares en taquilla a nivel mundial, según datos del portal BoxOffice Mojo, situación que la ubica como la cinta más redituable en la historia del cine. En tanto, Titanic está en el segundo lugar con una recaudación de 1,800 millones.
A cinco años de que Avatar llegara a las salas de cine, su director admite no saber hacia dónde va la tecnología cinematográfica pues para