Este 'bartender' robótico prepara las bebidas que ordenas desde tu celular
El “control multitudinario” obtuvo un nuevo significado con Makr Shakr, un robot de tres brazos que puede interactuar con el usuario para diseñar colaborativamente su bebida perfecta a través de las redes sociales.
El Laboratorio Senseable City del MIT (siglas en inglés del Instituto Tecnológico de Massachussetts), en Estados Unidos, quería probar qué ocurre cuando permites que una multitud de personas tome el control de una máquina industrial de fabricación.
La idea, de acuerdo con el líder del proyecto, Yaniv Turgeman, es demostrar cómo la tecnología digital tiene el potencial de quitarle el poder de los robots de fábrica a las grandes empresas y ponerlo en las manos de las personas.
Turgeman dijo que el equipo tuvo la idea en enero y rápidamente se dedicó a programar los brazos; basados en el clásico robot de producción en línea de una fábrica, para cortar elegantemente un limón, agitar la coctelera, verter líquidos cuidadosamente y así sucesivamente.
El equipo escogió deliberadamente el aspecto del icónico brazo robótico industrial de color naranja para señalar que la gran tecnología de fabricación se está volviendo más accesible para todos.
“Es una metáfora. Esta es la tercera revolución industrial. Las personas ahora tienen el poder de controlar tecnología muy poderosa”, dijo en el marco de evento I/O de Google en mayo pasado.
En la fiesta, cada vez que alguien creaba una bebida, la receta aparecía en una gran pantalla detrás del bar y la multitud podía verla y añadir sus propios cambios; y probar la bebida.
“El punto es aprender del otro, diseñar juntos”.
Turgeman dijo que había un mercado emergente para las personas que quieren crear cosas, un movimiento de regreso a la cultura artesanal que aprovecha la tecnología moderna; a veces referida como un movimiento de creación (de allí el nombre del robot). El movimiento propugna el DIY (siglas en inglés de hazlo tú mismo) y promueve el intercambio de tecnología gratuita.
Dijo que el ejemplo del MIT de una fabricación digital de fácil acceso podría transformar la fabricación de ropa, el diseño de muebles; lo que quiera la gente. Los usos podrían variar desde fabricantes que realizan grupos de enfoque en una forma más práctica en la primera etapa del desarrollo de un producto hasta la personalización masiva o uso individual de las máquinas.
Jon Collins, director de investigación en la consultoría británica Inter Orbis, que se especializa en el impacto que la tecnología tiene en la sociedad y los negocios, dijo que este era un modelo que ya funcionaba muy bien en el desarrollo web.
“El diseño debería tardar horas no semanas, con el máximo de interacción de parte del cliente. No es difícil imaginar cómo podría extenderse eso a la creación de, en este caso, bebidas, pero también otros objetos, una vez que la impresión 3D entre a la mezcla.
“No hay razón en lo absoluto por la cual la fabricación de alcance limitado no debería convertirse en una actividad impulsada socialmente. Mientras tanto es muy interesante pensar en cómo el internet de las cosas; eso significa, dispositivos y objetos con conectividad integrada , puede vincular nuestra capacidad para utilizar aplicaciones e intercambiar información socialmente”.
Turgeman añadió: “Antes, para diseñar, generalmente tenías que ser diseñador o pasar toda tu vida (estudiando) mientras aprendías a ser un maestro en la escultura. Esto cambia las cosas. La accesibilidad te trae de regreso a una necesidad básica para crear. Puedes diseñar, fabricar y disfrutar”.