5 formas en las que Facebook cambió nuestras vidas, para bien o para mal
Hoy hace 10 años años y 1,200 millones de usuarios que se creó Facebook y no hay duda de que cambió nuestras vidas.
Ya sea por una visión inspirada, una ejecución hábil, un poco de suerte o una combinación de las tres cosas, el monstruo social de Mark Zuckerberg se incrustó en las vidas diarias de los usuarios de la era digital en una forma que antepasados como MySpace y contemporáneos como Twitter solo podrían imaginarse.
Esto no quiere decir que todo se trata de “me gusta”, “compartir” y fotografías de niños felices. Como con cualquier tecnología nueva (o recién descubierta), el impacto del producto final está en gran parte en las manos del usuario. Después de todo, solo somos humanos; con toda la alegría y tristeza, decencia y fealdad que eso conlleva.
Así que, mientras Facebook cumple 10 años, aquí está un vistazo a cinco formas en que la red social nos cambió... para bien o para mal.
¡Compartir! ¡Compartir! ¡Compartir!
Lo bueno: ¿Anuncios de boda? Es algo del pasado. ¿Anuncios de recién nacidos? Solo pon una fotografía de Instagram de ese bebé en tu biografía.
¿Estás saliendo con alguien? ¿Te graduaste? ¿Compraste una casa? ¿Tienes un cachorro? Lo mismo.
Lo damos por sentado ahora, pero la capacidad de compartir grandes eventos con un solo clic del mouse es algo sin precedentes.
Había MySpace antes de Facebook. Pero tu mamá, tu primo segundo y tu tía no tenían uno.
Ahora, cambiar el estado de relación a “soltero” puede ahorrarte esas conversaciones incómodas: “¿Cómo está Pedro? ¡se ven tan lindos juntos!”.
Lo malo: ¡Compartir en exceso! ¡En exceso! ¡En exceso!
Diez años después, algunas personas todavía no descifran qué quieren saber, o necesitan saber, todos en su lista de amigos.
A veces esas fotografías de tu cena se ven deliciosas. A veces.
Pero las detalladas actualizaciones de tu mundano día son demasiado aburridas y el relato paso a paso del entrenamiento para ir al baño de tu hijo de tres años simplemente es demasiado.
Todos queremos saber que recibiste un anillo de bodas. Pero, ¿que acabas de pulir el que te dieron hace 14 años? No.
El pasado realmente no es pasado
Lo bueno: Cuando un sitio tiene 1,200 millones de usuarios (está bien, todos sabemos que algunos de esos son cuentas múltiples o abandonadas, así que digamos que al menos 1,000 millones), es una base de datos bastante increíble de la población del mundo en la web.
Eso significa que tus probabilidades de encontrar a casi cualquier persona son mucho mejores de lo que eran hace 10 años.
Existen algunos notables, como la mujer que, después de años de esfuerzos fracasados, se reunió a los 44 años con su madre biológica . ¿Cuánto tiempo tardó en Facebook? Dos días.
Para la mayoría de nosotros, es menos dramático que eso. Los amigos de la niñez que se mudaron hace mucho tiempo, los compañeros de dormitorio en la universidad que se alejaron, incluso los exmaestros que sirvieron como inspiración ahora están a una rápida búsqueda de distancia. No hay duda de que tenemos amigos que de otra manera no tendríamos, gracias a Facebook.
Lo malo: A veces, distanciarse no es algo malo.
Sí, tus viejos compañeros de preparatoria se volvieron molestos y la política de tu primo te repugna. Pero no hablamos de eso.
Hablamos de los ex. Y los coqueteos pasados. Y los engaños.
La nostalgia es parte de la vida. Pero, con Facebook, ponerse nostálgico sobre un viejo amor o alguien con quien peleabas podría llevar a un mensaje nocturno de Facebook. O, ya sabes, un toque .
“Veo cuestiones de Facebook que terminan con matrimonios todo el tiempo”, dijo Gary Traystman, un abogado de divorcios, a The Wall Street Journal .
Más del 80% de los abogados de divorcio dice que ven un incremento en los casos que involucran redes sociales, según la Academia Americana de Abogados Matrimoniales, y una tercera parte de todas las solicitudes de divorcio del año pasado contenían la palabra Facebook, según una encuesta de Divorce Online .
La tentación siempre está allá afuera. Pero con Facebook, puede ser demasiado fácil.
Te hace feliz
Lo bueno: En 2009, en una encuesta a 2,600 estudiantes universitarios hecha por investigadores en la Universidad de Texas mostró que quienes utilizaban más Facebook eran los más satisfechos con sus vidas. También tenían más probabilidades de estar comprometidos social y políticamente.
Más recientemente, en un estudio de la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos se mostró que, después de cinco minutos de ver sus propios perfiles en Facebook, los usuarios experimentaban un impulso significativo en su autoestima. En un estudio de 2011 de la Universidad Cornell en Estados Unidos se obtuvieron resultados similares.
“Para muchas personas, hay una suposición automática de que internet es malo”, dijo en ese momento el profesor Jeffrey Hancock. “Este es uno de los primeros estudios en los que se muestra que hay un beneficio psicológico de Facebook”.
Lo malo: O quizá te hace infeliz.
En otros estudios se analizaron aspectos del uso de Facebook y los resultados fueron menos alentadores.
El año pasado, un investigador de la Universidad de Michigan en Estados Unidos encontró que ver publicaciones de amigos de Facebook; ya sabes, las fotografías de niños sonrientes de vacaciones en el Caribe o anuncios sobre ascensos, compromisos y noches increíbles en la ciudad, pueden hacernos sentir más tristes sobre nuestras propias vidas monótonas.
“Superficialmente, Facebook ofrece un recurso invaluable para cumplir la necesidad humana básica de conexión social”, se lee en el estudio . “Sin embargo, en lugar de mejorar el bienestar, en estos resultados se sugiere que Facebook puede socavarlo”.
Como con muchas cosas, tu beneficio puede variar. Pero lo que está claro es que Facebook se ha convertido en una parte tan grande de nuestras vidas que modifica nuestras emociones, para bien o para mal.
Cada día es una reunión
Lo bueno: Reunirse con compañeros de la preparatoria o la universidad nunca fue más fácil. Antes de Facebook, un comité de reunión de clase de 10 o 20 años después de la graduación enfrentaba una tarea ingrata.
“¿Dónde vive Jennifer en estos días?” “¿Quién tiene el número telefónico de Esteban?” “¿Saben el nombre de casada de Luisa?”.
Ahora, envía una invitación a un evento de Facebook y podrás enfocarte en reservar a la mejor banda de covers de la década de 1980 que esté disponible.
Lo malo: Si todos los días hay una reunión, ¿por qué tener una reunión?
En realidad, reunirse con los viejos compañeros de clase pierde una parte de su atractivo cuando conocemos los nombres de los tres hijos de la expresidenta del club de teatro y qué personaje de Los juegos del hambre sería.
Timothy Davis, cofundador del sitio web de reuniones Classreport.com, dijo a The Baltimore Sun que se percató de una caída en la cantidad de reuniones en años recientes, particularmente entre personas de veintitantos años.
“Las personas con las que no he hablado en años verán las fotografías de mi boda en Facebook, después los veré en persona y no nos diremos nada…”, dijo al periódico, Rebecca Miller, una joven de 23 años cuya reunión después de cinco años pasó a ser una pequeña fiesta en casa del presidente de la clase.
“Por qué ir a una reunión de la preparatoria cuando la conversación será: ‘Así que, ¿cómo salió esa cita con el médico ayer?’”.
Privacidad
Lo bueno: Para aquellos dispuestos a encontrarlas y utilizarlas, Facebook ofrece herramientas que te dejan seleccionar quién ve qué.
Así que, aunque la abuela es bienvenida a ver esas fotografías de los niños mientras juegan en la nieve, podría no necesitar estar al tanto de tu rabieta con palabras fuertes sobre el chico del cable que tiene dos días de retraso. Puedes dirigir eso a tus amigos con una apreciación apropiada de tu amplio vocabulario.
El rival, Twitter, está diseñado para ser un foro público por defecto, donde transmites perlas de sabiduría de 140 caracteres al mundo. Facebook también permite eso, pero está más dirigido hacia limitar tus pensamientos a ciertos familiares y amigos.
Lo malo: Bueno, ya sabes.
El crecimiento de muchos sitios web pasa por brechas de seguridad. Pero a medida que su base de usuarios crece dramáticamente, los problemas de Facebook (como cuando la página del CEO y fundador Mark Zuckerberg fue hackeada ) evolucionan.
Aunque Facebook tiene configuraciones de seguridad que permiten que los usuarios protejan la información, algunos defensores de la privacidad dicen que la red no las facilita lo suficiente para poder encontrarlas y utilizarlas. (Facebook trabajó para aliviar esas preocupaciones , especialmente para los usuarios más jóvenes).
Al final del día, Facebook se beneficia cuando decides compartir más abiertamente. Es decir: cuando anunciaste tu embarazo y, poco después, fuiste bombardeada con anuncios para muchas cosas para bebé; eso no fue una coincidencia.
Facebook no le entrega a los anunciantes información sobre ti personalmente. Pero, en algún lugar, existe un perfil sin nombre de un usuario con tu ciudad, género, edad y cosas que te gustan y no te gustan, que espera ser utilizado para propósitos de marketing.
Eso, en pocas palabras, es la cuota de entrada para utilizar esta notable herramienta social. Facebook sí cambió la forma en la que nos comunicamos. Pero ¿verdaderamente no tiene costo?... eso es otra pregunta.