Un joven construye un auto funcional con piezas de Lego
Un joven rumano construyó un coche de tamaño real que funciona con aire comprimido y es capaz de circular a 25 kilómetros por hora. ¿Lo extraordinario? Lo hizo con medio millón de piezas lego por un costo de 60,000 dólares en un periodo de 18 meses.
Raul Oaida, de 20 años, se inspiró en un Ferrari rojo de Lego que tenía cuando era niño.
"Contemplando el Ferrari, me pregunté por qué no podría hacer un coche de tamaño real. A partir de ese momento, me puse manos a la obra para hacerlo realidad", cuenta este joven, quien no tiene formación ni experiencia como mecánico pero que muestra tener dotes de ingeniero.
Su auto, bautizado como Super Awesome Micro, se desplaza gracias a un sistema de cuatro motores con 265 pistones, construido también exclusivamente con piezas de Lego .
El vehículo está enteramente elaborado con los bloques de plástico del fabricante danés, excepto por los neumáticos, los indicadores y los amortiguadores.
Lo primero que hizo Oaida para cumplir su sueño fue montar un taller en un pequeño recoveco de la casa de sus padres en Deva, una ciudad de poco más de 55,000 habitantes al oeste de Rumanía.
Luego, buscó en internet cómo financiar su proyecto y encontró la respuesta en el empresario australiano Steve Sammartino, quien quedó fascinado con la idea del joven.
Sammartino lanzó un reto a través de la red social Twitter.
"Cualquier persona interesada en invertir entre 500 y 1,000 dólares en un impresionante proyecto y primero en el mundo, que me envíe un tuit. Necesito unos 20 participantes", escribió en el mensaje; 40 personas respondieron y aportaron 60,000 dólares al proyecto.
Luego, Oaida se puso en contacto con Lego en 2012 para poder encargar directamente al almacén las piezas que necesitaba.
Una vez con el material, Oaida trabajó "día y noche" sin ayuda.
"Fue difícil trabajar solo porque el coche pesa media tonelada y tenía que moverlo de un sitio a otro, así que tuve que montar varios dispositivos para cambiarlo de posición y levantarlo", relata.
El motor del biplaza, hecho solo con piezas de lego, es lo más impresionante del vehículo.
"Tiene un cilindro que bombea aire en el motor a temperatura ambiente. Pese a la fricción, el aire se almacena bajo presión y absorbe el calor cuando se libera de esta presión", explica Oaida, que asegura que es el único motor que se enfría mientras funciona.
Tras año y medio de trabajo, el vehículo quedó listo en noviembre y el resultado no se hizo esperar.
"Desde lejos, parece que está hecho de una pieza. Pero conforme te acercas, ves que sus incontables y minuciosos detalles no te permiten girar la cabeza a otro sitio que no sea hacia el coche; sin duda, un efecto que te hipnotiza", relata el constructor.
La primera persona a la que Oaida invitó a dar un paseo fue a su madre. Lo siguiente fue superar la prueba de trasladarlo a Australia para presentarlo públicamente.
El viaje en avión duró una semana. Primero hasta Budapest, luego a Doha y, por fin Melbourne.
"Las aduanas nos ponían trabas para tramitar los documentos del coche", revela Oaida.
El frágil juguete gigante tuvo que desmontarse en trozos para poder sacarlo del avión, lo que provocó averías en el motor y retrasó su presentación a los medios hasta finales de diciembre.
Desde entonces, Oaida ha recibido muchas propuestas de compra, aunque todavía no se decide por ninguna ni ha querido compartir qué cantidad le ofrecen.
"Estamos estudiando ofertas todavía; lo que sí tengo claro es que no haré otro coche", explica Oaida, quien sí tiene otras ideas en mente.
"Querría mudarme a los Estados Unidos para desarrollarme y cambiar el mundo a través de la innovación".