PlayStation Network, de Sony, se une a otros servicios de televisión por streaming como Netflix con la realización de su primera serie original.
La compañía anunció este miércoles que encargó 10 episodios de una hora de Powers, un drama basado en una serie de cómics del mismo nombre, creada por Brian Michael Bendis y Michael Avon, y será producida por una de las empresas afiliadas de Sony, el estudio Sony Pictures Television.
El verano pasado, Sony dio las primeras señales de que buscaría una programación original de televisión para PlayStation Network. La estrategia refleja la de su mayor rival de consolas de videojuegos, Microsoft, el cual empezó a experimentar con la programación al estilo de televisión para suscriptores de Xbox Live hace años y ha aumentado su inversión en ese espacio recientemente. Uno de los programas que Microsoft está desarrollando está basado en la franquicia de juegos de Xbox, Halo.
Tanto Sony como Microsoft quieren que . Aparte de un proyecto como Powers, Sony está explorando la creación de un servicio de televisión parecido al servicio de cable que sería distribuido a través de PlayStation Network y podría desafiar a los proveedores existentes de televisión como Comcast y DirecTV. Varias compañías también están buscando las llamadas ideas de "televisión que exceden las expectativas".
Con Powers, y hacerla más valiosa para los suscriptores.
El título de la serie es una referencia a las habilidades sobrenaturales que tienen algunos de los personajes. "Se adapta muy bien al sector demográfico de PlayStation", dijo Michael Lynton, director de Sony Entertainment al Wall Street Journal, el cual difundió la noticia sobre el pedido de la serie.
Un portavoz de Sony confirmó que si se había encargado la serie pero no pudo proporcionar información sobre una fecha de estreno.
Sony Pictures Television, que produce programas para cadenas como NBC también está trabajando en un drama de 13 episodios para Netflix. El Wall Street Journal dijo que PlayStation Network solo tendría los derechos de Powers en Estados Unidos, y los derechos internacionales podrían venderse a otros distribuidores, entre ellos, cadenas de televisión tradicionales.