¿Necesitamos regresar a la Luna 45 años después de la misión Apollo?
“Neil Armstrong caminará en la luna el lunes 21 de julio”.
Yo no podría haber visto que 45 años después de escribir esa oración en un ejercicio de la escuela primaria todavía estaría escribiendo sobre la exploración de la Luna, o la falta de ella.
En la década de 1970 las revistas para niños mostraban concepciones artísticas de las bases lunares que se iban a construir. Tras la emoción del primer paso de Armstrong afuera del Eagle en julio de 1969 sólo 11 astronautas más han caminado en la superficie lunar y no se ha regresado a ella desde 1972.
Las bases lunares no se han materializado y los viajes supersónicos para turistas, que parecía que se iban a volver comunes, ocurrieron y luego se frenaron.
¿Nuestros avances han sido con pasos tan pequeños en los años siguientes o hemos dado grandes saltos en otros lugares?
La década de los 60 suena familiares pero el mundo en realidad era muy diferente. No existía la World Wide Web, no había teléfonos móviles, al menos no uno que cupiera en tu bolsillo, el petróleo estaba a una fracción del precio al que está ahora y la Unión Soviética aún existía.
La tecnología actual podría haber parecido ciencia ficción para un niño de 1960.
La nave espacial Apollo que llevó a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins a la Luna estaba equipada con una computadora de navegación que es una broma en comparación con los dispositivos actuales.
La NASA dice que las computadoras en el Apollo tenían una memoria permanente de 36,000 palabras y una borrable de 2,000. Tu teléfono móvil tiene 32 gigabytes de almacenamiento, en teoría capaz de guardar cerca de 6,000 millones de palabras y es más versátil que el hardware de las cápsulas lunares.
Puedes hacer una videollamada a una persona al otro lado del mundo, conocer tu posición exacta en la Tierra con una exactitud de pocos metros gracias a la navegación satelital, puedes tomar un video y enviarlo casi instantáneamente, y todo ello desde un dispositivo que cabe en la palma de tu mano.
En las últimas décadas los científicos se han vuelto más exitosos en tratar distintos tipos de cáncer, identificar genes individuales que causan enfermedades y crear extremidades biónicas para pacientes con discapacidad. ¿Así que por qué no hemos regresado a la Luna?
La NASA dice que la Luna no ha sido ignorada.
“En los 45 años desde el programa Apollo la NASA ha continuado con los estudios de la Luna a través de exploradores robóticos”, dice un vocero de la agencia espacial.
“Las misiones contemporáneas de la NASA como GRAIL, LADEE y el Reconocimiento de Órbita Lunar han permitido explorar la atmósfera superior, la superficie y el interior de nuestro más cercano vecino en el sistema solar”.
“La flota de exploradores robóticos de la NASA están extendiendo nuestros sentidos a través del sistema solar, mientras buscamos respuestas a preguntas fundamentales como si estamos solos, cómo inició la vida en la Tierra y si podremos vivir en otros planetas”, agrega el vocero.
Entonces una mejor pregunta podría ser: ¿de verdad importa que no hayamos regresado a la Luna en persona?
Avances mayores
Cientos de nuevos planetas han sido descubiertos afuera de nuestro sistema solar desde la existencia del primer exoplaneta confirmado en la década de 1990. Este año, la NASA anunció por primera vez que encontró un planeta posiblemente habitable del tamaño de la Tierra a 490 años luz de nosotros.
Los astrónomos estiman que hay decenas de miles de millones de planetas similares, posiblemente habitables, en nuestra propia galaxia.
Cerca de casa, una flota de vehículos de la NASA han explorado la superficie de Marte enviando increíbles fotografías y taladrando en sus rocas para analizar su composición. Y no sólo es la NASA, el primer orbitador de Marte de la India está en camino al Planeta Rojo y empresas privadas también están proponiendo aventuras ahí.
Pruebas se han lanzado a un tour por el sistema solar desde el programa Apollo, el Voyager 1 lanzado en 1977 está en el espacio interestelar y otras naves han estudiado Venus, Júpiter, Saturno y Titán.
Podremos no tener las bases lunares pero varias naciones han trabajado en conjunto para construir la Estación Espacial Internacional. Del tamaño de un campo de futbol americano, ha estado ocupada desde el año 2000 y tiene cámaras que dan imágenes de alta definición de nuestro planeta.
Nuestra visión del universo también ha cambiado considerablemente desde 1969, en parte debido a la riqueza de las imágenes captadas por el telescopio Hubble que fue lanzado en 1990. El año pasado se anunció que éste había descubierto un exoplaneta con un color azul profundo y en donde posiblemente llueven cristales líquidos.
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó este año el telescopio espacial Gaia de mil millones de pixeles con la tarea de construir un mapa en 3D de la Vía Láctea. Un sucesor del Hubble, el telescopio James Webb está en construcción y podría ser lanzado en 2018.
Misiones emocionantes también están en camino. La nave Rosetta orbitará un comenta a inicios de agosto y hará un aterrizaje de prueba en su superficie mientras se mueve alrededor el Sol.
Otros países están planeando llegar a la Luna, Marte y Júpiter mientras algunos emprendedores piensan en el turismo espacial. Virgin Galactic , Blue Origin y SpaceX están compitiendo por hacer el espacio accesible.
¿A dónde vamos?
¿Entonces se terminaron las exploraciones a la luna? La NASA dice que no, aunque se enfoca en enviar astronautas a Marte en la década de 2030.
“Pronto regresaremos a los humanos a la luna, como una forma de probar el terreno y las capacidades para ayudarnos a avanzar en poner a los humanos en Marte”, dice el vocero de la NASA.