Cada vez que un migrante mexicano en Estados Unidos envia dinero a su familia, la comisión no baja de 7%; sin embargo, nuevas herramientas como Quippi están ayudando a eliminar este gasto.
la esta empresa vende al emisor un código virtual PIN (en una tienda física, por Internet o teléfono) a nombre de otra persona, y lo direcciona para que se cambie por bienes en una de las ocho tiendas con las que tiene convenio, como Chedraui, Telcel u Office Depot.
“Nuestra meta es ofrecer servicios gratis al usuario mientras operamos con el modelo de tarjetas de regalo, como alternativa a una remesa tradicional. En este mercado los que más necesitan son los que tienen que pagar las comisiones más altas y queremos cambiar eso”, dijo el director de Quippi para México, Guillermo Monarrez.
El receptor de la tarjeta podrá gastar el dinero en México sólo en la tienda convenida, por montos de 25, 50 o 100 dólares.
“Lo novedoso es que los clientes no pagan la comisión, ya que ésta es absorbida por la tienda”, explicó Monarrez.
Cada migrante manda al mes un promedio de 365 dólares, el 64% de los cuáles son para alimentos y el resto para transporte y otras necesidades, según datos del INEGI. Monarrez dijo que al mandar el gasto a una tienda se puede también verificar el buen uso de este dinero.
Las tarjetas de envío pueden comprarse en tiendas físicas en los estados de Texas y California y pueden usarse sólo en México aunque ya piensan en expandirse a más comunidades latinas en estados como Illinois o Nueva York.
Negocio migrante
Al cierre de 2013, el mercado de envío de remesas entre Estados Unidos y México fue de 23,000 millones de dólares, según datos del INEGI. Hasta el momento, Quippi no ha definido un objetivo de participación de mercado.
Esperamos que esta forma en que los migrantes pueden apoyar a sus familias en sus países de origen eventualmente domine el mercado de las remesas. Sin embargo, tendremos un gran negocio incluso si sólo capturamos un porcentaje de un sólo dígito", dijo por su parte el director general de Quippi, Michael Aleles.
A medida que avance este modelo, Aleles espera que las remesas se abran camino en plataformas como los teléfonos móviles.
“El mercado va por la vía del smartphone y los latinos en Estados Unidos ya tienen mucha adopción de estos dispositivos, pero lo que no hacen son transacciones a través de ellos, por lo que este enfoque a móviles aún lo estamos viendo a futuro. Ya vamos para allá, pero será en algunos meses más que puedan recibir sus pines en su teléfono”.