Un hacker obtiene 3 mdd por su firma de coches semi autónomos
Un hacker de 26 años acaba de ganarse millones para competir con Elon Musk.
George Hotz es el fundador de Comma.ai, una startup de coches autónomos que apenas tiene seis meses. El lunes, la gran firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz anunció una inversión de 3.1 millones de dólares a la firma.
Comma.ai está trabajando en un kit que hará posible convertir vehículos comunes en semi-autónomos. En octubre, Hotz compró un Acura ILX 2016, cámaras GoPro y empezó a desarrollar la tecnología en su cochera en San Francisco.
La meta es llevar el kit al mercado –tanto el programa de visión por computadora como las cámaras– por menos de 1,000 dólares cada uno antes de finales de 2016.
Será relativamente sencillo de instalar, dijo Hotz, “casi como ensamblar un mueble de IKEA”.
Chris Dixon, socio de Andreessen Horowitz, escribió que cuando conoció a Hotz por primera vez estaba escéptico. Pero eso pronto se convirtió en entusiasmo tras probar el auto y aprender más sobre la inteligencia artificial detrás de Comma.ai.
Hotz, quien Dixon describe como “brillante”, ha creado un gran impacto en Silicon Valley a lo largo de la última década.
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Cuando tenía 17, descubrió una forma de hackear el iPhone para que todos los proveedores pudieran usar el dispositivo, no solo AT&T (el único proveedor que tuvo contrato inicialmente). Su alias, Geohot, se hizo legendario en los círculos de hackers. Fue al Instituto de Tecnología de Rochester pero lo dejó tras un semestre. Él hizo un internado en Google, trabajó en Facebook y fue demandado por Sony por un hackeo al Playstation 3. Tomó clases de ciencias de la computación en Carnegie Mellon, pero no obtuvo su diploma de graduado.
“Creo que la universidad potencialmente es el peor engaño de la historia”, le dijo a CNNMoney.
Hotz, originario de Nueva Jersey, dijo que ha estado fascinado por mucho tiempo por la inteligencia artificial pero no estaba seguro cómo aproximarse a ella.
“Por un tiempo, pensé que sería increíblemente difícil contribuir”, dijo. En enero de 2015 empezó a trabajar como investigador en Vicarious, una empresa que está construyendo algoritmos de inteligencia artificial. “Empecé a leer todos los papeles. Pensé, ‘esto no es tan difícil. No es ultra-sofisticado. Esto es básico’”, dijo.
Además, “los errores que la gente está cometiendo son básicos”.
En julio de 2015, Hotz dejó Vicarious con miras a iniciar un trato con Elon Musk, CEO de Tesla. Y no fue sólo un sueño. Hotz conoció al ejecutivo y le propuso una nueva clase de visión de computadora para sus autos. Pero después de tres meses de conversaciones, las pláticas de contratos finalmente cesaron.
Hotz dijo que fue porque Musk quería ser capaz de pasar sobre su tecnología, incluso cuando cubría todos los requerimientos del contrato. Tesla no respondió inmediatamente a la petición de comentarios.
Ahí es cuando Hotz decidió hacerlo por sí mismo.
“Empecé a ver a los demás competidores. Estas personas son unos amateurs”, dijo.
En particular, Hotz siente que General Motors fue engañado con su adquisición de 1,000 millones de dólares de la startup Cruise Automation, un kit de manejo autónomo que aún no sale a la venta.
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“Ese es un precio de adquisición descabellado para una empresa que tiene tecnología que trabaja dudosamente”, dijo Hotz. La inversión de Andreessen Horowit es el primer financiamiento de capital de riesgo que ha recaudado Comma.ai.
Hasta ahora, su tecnología ha recorrido exitosamente a lo largo de un trayecto de una hora de Mountain View a San Francisco.
El equipo de Hotz es pequeño –sólo cuatro personas– pero está contratando. Él dijo que obtiene cerca de 100 solicitudes al día de candidatos interesados.