Fraudes online consumen hasta 9.7% de ingresos del eCommerce
Sin importar si es una tienda solo online o un modelo híbrido que mantiene tienda física, los fraudes online restan cada vez más los ingresos de las minoristas.
Los retailers que venden exclusivamente a través de internet sufren un impacto por el costo del fraude online equivalente a 9.7% del total de sus ingresos, siendo el tipo de tienda más afectada, según datos del estudio sobre el impacto financiero del fraude en 2017, publicado por la consultora Javelin Strategy y la firma de pagos digitales, Vesta.
En contraste, los comercios que también mantienen ventas offline, sufren un impacto un poco menor por estos incidentes, equivalente a 7.1% de sus ingresos, según el documento.
“Este dato es de los más constantes y preocupantes desde que hacemos el estudio hace tres años. En promedio se pierden 8% de los ingresos ante el fraude, pero también hay que añadir lo que gasta la empresa en combatir estos crímenes”, dijo Tom Byrnes, director de marketing de la firma de soluciones de pago, Vesta.
Si bien las cifras del estudio evalúan el comportamiento del fraude en comercios de Estados Unidos, Byrnes señala que en México es una tendencia también en crecimiento rápido y debe ser atendida pues en el comercio electrónico no hay fronteras, y Estados Unidos, es el principal destino de las compras online de los mexicanos.
Al cierre de 2016, 67% de las compras que realizaron los mexicanos en línea, fueron hechas en sitios extranjeros, 75% de ellas en páginas estadounidenses, según datos del estudio de comercio electrónico 2017 de la Asociación de Internet MX.
En México, en 2016, el porcentaje de fraudes en comercio electrónico creció de 14% a 35%, según recientes datos dados a conocer por la Condusef.
Byrnes advirtió que aunque considera que el mercado de comercio electrónico en México está aún en su infancia, a medida que éste se mantiene en un ritmo constante de crecimiento y con débiles mecanismos de seguridad y regulación, la oportunidad para los defraudadores es ascendente.
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El costo de la pelea
Además del impacto financiero que ven las firmas en sus ingresos por el costo del fraude, el estudio destacó que los negocios destinan entre 15% y 23% de su presupuesto a herramientas para mitigar este tipo de crímenes.
Algunas de las herramientas que les consumen más gasto a este tipo de comercios son las de software más sofisticado como análisis de datos y redes o machine learning, además de la contratación de talento especializado para operarlas o contratarlas de forma tercerizada; sin embargo, 25% de los comercios que invierten en estas herramientas, las abandonan a mediano plazo.
Ante esto, Byrnes dijo a Expansión que una mejor manera de colocar el gasto de forma eficiente es desarrollar una estrategia de gestión de riesgos digitales enfocada en qué es lo qué se vende y a quién.
“Para los comercios totalmente digitales es vital contar con herramientas de software sofisticado, pero para los que venden en físico buena parte de la operación, tal vez no. Primero hay que partir de qué se vende y también invertir en talento”, dijo.
Byrnes explicó que los fraudes online que afectan a los comercios son de tres tipos: transacciones no autorizadas (hechas con cuentas robadas), suplantación de cuentas o los llamados fraudes amigables, los cuales utilizan la vía online, pero el fraude ocurre cuando se realizan reclamaciones por cargos no reconocidos por dichas transacciones digitales. Es considerado un abuso del contracargo.