Startups van por el mercado ciclista
Para 2050 se espera que 70% de las personas en el mundo vivan en grandes urbes, lo cual empujará a tener más opciones de movilidad, además del automóvil y el transporte público. En este escenario, el uso de las bicicletas es uno de los preferidos por los usuarios.
Desde plataformas de bicicletas compartidas –que funcionan similar a aplicaciones como Uber o Cabify–, hasta desarrollo de sensores para evitar accidentes para los ciclistas, el ecosistema emprendedor ha comenzado a abordar fuertemente esta tendencia.
Del total de inversiones que hicieron los fondos de capital globalmente en el primer semestre de 2018, cuatro de las 10 transacciones más importantes fueron enfocadas a movilidad, dos de ellas a plataformas de ciclismo, según el estudio de tendencias de inversión de KPMG.
Estos son los desarrollos tecnológicos enfocados en el ciclismo que están por llegar a México.
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Ofo, bicis sin estaciones
En su última ronda de inversión, cerrada en 2018, la startup de origen chino consiguió fondos por 866 millones de dólares lo cual, de acuerdo con Michelle Chen, directora de producto de Ofo será utilizado para continuar su expansión internacional, entre los que se encuentra México.
En su participación durante la conferencia de desarrolladores de Facebook F8 en mayo, Chen mostró que Brasil y México son parte del plan de Ofo para 2018, aunque no dio más detalles.
La firma ofrece un servicio similar a Uber pero de bicicletas, en el que pueden usarse y compartirse según la necesidad de los usuarios.
A diferencia de sistemas como Ecobici, estas no cuentan con estaciones fijas, por lo que tienen sensores y GPS para que la gente pueda desbloquearlas, usarlas y dejarlas cuando termine su trayecto. El cobro se hace vía tarjeta de crédito o medios de pago electrónico.
A la fecha, Ofo opera en 250 ciudades y según sus cifras sus usuarios hacen 32 millones de viajes al día.
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Cosmo, cascos sin accidentes
Esta startup francesa desarrolló una luz adherible a los cascos de los ciclistas la cual está conectada a la red.
Este dispositivo se enlaza a una aplicación para smartphone y funciona en tres ejes. El casco es capaz de detectar si el conductor tuvo algún accidente; en este caso, el usuario es llamado por un centro de atención para confirmar sus condiciones y enviar ayuda si es necesario. A través del GPS se puede saber dónde se ubica.
Al rodar, la luz se enciende cuando el ciclista baja la velocidad para avisar a otros en la ruta, ya sean bicicletas o autos, y puede funcionar como direccional al enlazarse a las instrucciones paso a paso de apps como Google Maps.
“Le damos la visibilidad necesaria para evitar accidentes. Nuestro principal enfoque es proteger a los ciclistas y hacer que usen casco, ya sea en un uso personal o profesional”, dijo Romain Afflelou, en entrevista con Expansión.
Cosmo se vende ya en 12 mercados y online con envíos a todo el mundo, Afflelou confirmó que a partir del segundo semestre de 2018 estará disponible la nueva versión de Cosmo con la función de direccional integrada.
